WASHINGTON (AP) — El primer año de reducciones automáticas presupuestarias no se tradujo en los problemas pronosticados por la Casa Blanca y otros que anunciaron despidos generalizados y una gran interrupción en los servicios gubernamentales. La segunda ronda podría ser diferente.
Varios organismos federales encontraron multitud de fondos que aliviaron las reducciones automáticas en el año fiscal del 2013 que concluyó el 30 de septiembre, permitiéndoles minimizar despidos y mantener muchos servicios. Casi todo ese dinero, sin embargo, ha sido gastado.
El Pentágono usó más de 5.000 millones de dólares en fondos no gastados de años anteriores para aliviar la reducción presupuestaria de 39.000 millones de dólares. Las licencias temporales fijados en un principio en 11 días fueron reducidas a seis. El Departamento de Justicia encontró más de 500 millones de dólares de forma similar que permitieron a organismos como el FBI evitar por completo los despidos.
Encontrar reducciones alternativas es la prioridad de las negociaciones presupuestarias que serán reanudadas esta semana, aunque muchos observadores creen que ese diálogo no producirá resultado alguno. Los organismos que han resistido hasta ahora las consecuencias más duras de las reducciones en el 2013 encaran una segunda ronda que causará mayores daños que la primera.
Una baja en la participación y un abaratamiento de los alimentos mayor a lo anticipado permitieron a un programa alimenticio para embarazadas y niños pasar este año sin reducción de beneficios. Una segunda ronda de reducciones automáticas podría hacer que algunas beneficiarias con hijos menores perdieran esa asistencia.
Para evitar despidos de los controladores de tráfico aéreo e interrumpir la regularidad de los vuelos, el Congreso usó 253 millones destinados a construcción de aeropuertos. Esos fondos son necesarios para la instalación de zonas de seguridad en la pistas de todos los aeropuertos para el 2015, por lo que no volverán a estar disponibles.
La presidenta de la Comisión de Apropiaciones del Senado, la demócrata Bárbara Mikulski, dijo que los directivos presupuestarios de las agencias «se apretaron el cinturón en todo para pasar el primer año pensando que volveríamos a recuperar el sentido».
Pero la mayor parte de esas maniobras de contabilidad son irrepetibles. Las reducciones automáticas del 2014 prometen ser mucho más penosas.
Por ahora, el Congreso ha congelado el gasto del 2014 a los niveles de reducciones automáticas del 2013 mientras los negociadores intentan eliminar algunos de los recortes automáticos. Si no hay acuerdo, los «topes» de gastos de los diferentes organismos recibirán 20.000 millones de dólares menos, y el Pentágono sufrirá el mayor recorte.
Esas reducciones serán especialmente duras para el Departamento de Justicia, que prácticamente se libró en el 2013.
«El Departamento de Justicia tenía unos 500 millones de dólares en remanentes presupuestarios y gracias a ello fue posible no hacer despido alguno en el Departamento de Justicia, Oficina de Prisiones, o el FBI», dijo Scott Lilly, ex ayudante del Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes. «Pero ya los usaron así que sufrirán mucho más este año que el año pasado».
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