WICHITA, Kansas, EE.UU. (AP) — Fiscales federales dijeron que un empleado de un aeropuerto en Kansas buscaba causar una «carnicería máxima» con un plan de ataque suicida en una terminal de vuelos comerciales en el que habrían muerto o resultado heridas centenares de personas, y que esos factores deberían ser suficientes para mantenerle encarcelado antes del juicio.
Terry Lee Loewen, de 58 años, estará en la corte el viernes para una audiencia donde tendrá que convencer a la jueza federal Karen Humphreys de que no representa una amenaza al público ni riesgo de fuga si es dejado en libertad. Loewen está acusado de tratar de usar un arma de destrucción masiva, intento de usar explosivos para dañar propiedad e intentar respaldo material a al-Qaida.
«Él está acusado de un crimen de violencia atroz», escribieron los fiscales el jueves en una orden en la que piden que se le detenga por presunción dada la naturaleza de los cargos. Eso significa que corresponde a la defensa la responsabilidad legal de producir evidencia que justifique la libertad de Loewen.
Loewen está detenido debido a una orden temporal de detención desde su arresto el 13 de diciembre. La fiscalía dice que trató de ingresar con lo que pensaba era un auto bomba a la pista del aeropuerto Mid-Continent de Wichita, donde trabajaba como técnico de aviones. El plan final, preparado junto con dos agentes encubiertos del FBI, era detonar los explosivos entre terminales para causar la mayor cantidad de víctimas, en un ataque en el que Lowen moriría.
Documentos de la corte dicen que Loewen planeó la operación para causar una «carnicería máxima».
Tras admitir que Loewen tiene poco historial delictivo y ha residido toda su vida en Wichita, los fiscales dijeron que durante la investigación el acusado habló de escapar del país para evitar castigo por sus acciones. Dijeron además que el plan dejaba «claro que sus lazos con la comunidad le importan poco» a Loewen.
Su abogado, John Henderson, declinó comentar.
La fiscalía citó una carta que agentes del FBI encontraron cuando allanaron la casa de Loewen en la que este dijo que esperaba morir por Alá. Loewen escribió que creía en la yijad por Alá y sus hermanos musulmanes. Admitió que la mayoría de los musulmanes en Estados Unidos le condenarían.
«Espero que me llamen terrorista (lo soy), sicópata y maniaco homicida», dijo la carta.
El inicio del juicio está programado para el 18 de febrero y será conducido por el juez Monti Belot.
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