Estados Unidos detuvo un envío de bombas a Israel la semana pasada por la preocupación de que Israel estuviera acercándose a una decisión sobre lanzar un asalto a gran escala contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, contraria a los deseos de Estados Unidos, dijo el martes un alto funcionario del gobierno.
Según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato para tratar el delicado asunto, el cargamento debía constar de 1.800 bombas de 2.000 libras (900 kilos) y 1.700 bombas de 500 libras (225 kilos), y la preocupación de Estados Unidos se centraba en los explosivos de mayor tamaño y en cómo podrían utilizarse en un entorno urbano denso. Más de un millón de civiles están refugiados en Rafah tras evacuar otras partes de Gaza en medio de la guerra de Israel contra Hamás.
Históricamente, Estados Unidos ha brindado una enorme cantidad de ayuda militar a Israel, la cual ha ido en aumento después de que Hamás incursionó el 7 de octubre en el sur de Israel y mató a unas 1.200 personas y tomó a cerca de 250 como rehenes. La suspensión en el envío de las bombas es la muestra más reveladora del creciente distanciamiento entre el gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y la presidencia de Joe Biden, la cual le ha pedido a Israel que haga mucho más para proteger las vidas de civiles inocentes en la Franja de Gaza.
El gobierno de Biden comenzó a revisar en abril las futuras transferencias de ayuda militar mientras Netanyahu parecía acercarse a ordenar una invasión de Rafah, a pesar de meses de oposición por parte de la Casa Blanca. El funcionario dijo que la decisión de pausar el envío se tomó la semana pasada y que aún no se había tomado una decisión definitiva sobre si se procedería al envío en una fecha posterior.
Funcionarios estadounidenses se han negado durante días a comentar sobre la suspensión, la cual salió a la luz el martes mientras Biden describía el apoyo de Estados Unidos a Israel como “inquebrantable, incluso cuando no estamos de acuerdo”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre se negó a poner en el mismo renglón la retención de armamento y el discurso de Biden en apoyo a Israel, limitándose a decir: “Dos cosas pueden ser ciertas”.
Las fuerzas israelíes tomaron el martes el control del importante cruce fronterizo de Rafah, en lo que la Casa Blanca calificó como una operación limitada que no encajaba con el criterio de una invasión israelí a gran escala sobre la cual Biden se ha expresado en contra en repetidas ocasiones por motivos humanitarios, más recientemente el lunes durante una conversación telefónica con Netanyahu.
Israel ha ordenado el desalojo de 100.000 palestinos de la ciudad. Las fuerzas israelíes también han llevado a cabo lo que califican como “ataques selectivos” en la parte oriental de Rafah y tomado el control del cruce fronterizo de la ciudad, un conducto crítico para el envío de asistencia humanitaria a través de la frontera entre Egipto y Gaza.
En privado, la preocupación en la Casa Blanca ha ido en aumento sobre lo que está sucediendo en Rafah, pero en público, funcionarios del gobierno han subrayado que no creen que las operaciones hayan desafiado las advertencias de Biden de no llevar a cabo un operativo a gran escala en la ciudad.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Israel se refirió al operativo a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto, en la parte oriental de Rafah, como “una operación de mediano alcance y duración” con el fin de ponerle fin al contrabando de armas de Hamás, aunque también señaló que Estados Unidos seguirá de cerca los combates.
El Congreso aprobó apenas el mes pasado una iniciativa de seguridad nacional por 95.000 millones de dólares que incluía fondos para Ucrania, Israel y otros aliados de Estados Unidos. El paquete incluía más de 14.000 millones en asistencia militar para Israel, aunque la suspensión del envío de bombas no estaba relacionada con esta medida.
El Departamento de Estado está estudiando por separado la posibilidad de aprobar la transferencia continuada a Israel de kits de Munición de Ataque Directo Conjunto, que colocan sistemas de guía de precisión en las bombas, pero la revisión no se refería a envíos inminentes.
Estados Unidos arrojó de manera limitada bombas de 2.000 libras durante su guerra contra el grupo Estado Islámico. En cambio, Israel ha usado este tipo de proyectiles con frecuencia a lo largo de sus siete meses de guerra en Gaza. Los expertos afirman que el uso de este armamento ha sido parcialmente responsable de la inmensa cantidad de muertos palestinos, más de 34.000 según el ministerio de Salud de Gaza, cuyo conteo no distingue entre civiles y combatientes.
Estados Unidos e Israel han mantenido una relación cercana durante gobiernos demócratas y republicanos, pero también han habido momentos de tensión desde su fundación, durante los cuales el gobierno estadounidense ha amenazado con retener fondos con el fin de influir en las decisiones de Israel.
El presidente Dwight Eisenhower amenazó con imponer sanciones a Israel si no se retiraba del Sinaí en 1957, en medio de la crisis de Suez. Ronald Reagan retrasó la entrega de aviones de combate F16 a Israel en momentos en que se intensificaba la violencia en Oriente Medio. Además, el mandatario George H.W. Bush retuvo 10.000 millones de dólares en garantía de crédito para obligar a que Israel cesara su actividad de asentamientos en territorios ocupados.
Fuente: AP