“El año pasado, como resultado de la falta de un acuerdo en cuanto a las reducciones de gasto público para controlar el déficit del presupuesto federal y la trayectoria creciente de la deuda pública, se llevó a una situación en la que va a haber recortes automáticos del gasto público que entran en efecto el 1 de enero del año próximo, 2013”.
“Al mismo tiempo el 1 de enero expiran las ventajas tributarias, las reducciones impositivas que decretó en el año 2003 el presidente Bush. Entonces nos encontramos en un panorama en el que hay un recorte de gastos del gobierno federal y además una subida de impuestos, lo cual quiere decir que va a salir dinero del bolsillo de los contribuyentes, va a bajar el consumo y ante el panorama local e internacional que estamos viviendo con la crisis de Europa, pues eso obviamente podría llevar a la economía de Estados Unidos a una nueva recesión, lo cual conduciría a un aumento en la tasa de desempleo, que subiría otra vez al 9%, estima la oficina de presupuesto del congreso, que es un ente no partidario e independiente y una nueva recesión podría caer el producto en alrededor del 1%. Estamos creciendo ahora, el segundo trimestre del año 2012, al 1 y medio, que es una tasa que viene ya con reducción de más del 2%”.
“Si efectivamente no se toman medidas el año que viene nos encontraríamos con una nueva caída de la producción y un aumento del desempleo”.