ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. (AP) — Es la hora del almuerzo en el café Barelas, en pleno centro de uno de los más antiguos barrios hispanos de Albuquerque. La candidata demócrata a la Cámara de Representantes Michelle Luján Grisham saluda a los comensales de mesa en mesa, en busca de votos, mientras los camareros sirven platillos de chiles rojos y enchiladas.
Lujan Grisham rápidamente inicia una conversación con Betty Minero, de 88 años, a quien no le molesta el hecho de que la candidata, hija de un dentista mexicano-estadounidense y de madre estadounidense, no hable español y que haya trabajado para Gary Johnson, el ex gobernador republicano de Nuevo México.
«Nos hará sentir orgullosos», destaca Minero.
Lujan Grisham forma parte de una nueva generación de hispanos de clase media, que ha tenido educación universitaria y que este año se postula a la Cámara de Representantes. A diferencia de sus predecesores, los nuevos candidatos hispanos no proceden de sindicatos ni de clase obrera, e incluso algunos son candidatos en distritos que no tienen mayoría hispana.
La flamante candidata integra una nueva promoción que podría llegar a convertirse en el mayor número de hispanos elegidos a la Cámara de Representantes en los comicios del 6 de noviembre
El grupo bipartidista Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO por sus siglas en inglés) destacó que un total de 49 candidatos hispanos se postulan a la Cámara de Representantes este año.
El grupo afirma que por lo menos 27 de ellos tienen probabilidades de ganar, entre ellos 22 que tratan de ser reelegidos o hispanos que se postulan en reemplazo de otros hispanos.
Si los candidatos obtienen victorias en cuatro reñidas contiendas adicionales, el total podría aumentar hasta 31. En ese caso, sería la mayor promoción de hispanos que se haya visto en el Congreso y el mayor incremento en escaños que haya ostentado este grupo en una sola elección.
Los hispanos suman actualmente 53 millones en Estados Unidos, un 17% de la población, de los cuales 24 millones están habilitados para votar.
Aunque solo la mitad de los hispanos aptos para votar participarán en las elecciones, muchos de ellos viven en estados clave para decidir el resultado de las contiendas, inclusive para decidir la Casa Blanca.
Los nuevos candidatos son los beneficiarios directos de los derechos civiles logrados, los cambios demográficos y los nuevos escaños legislativos creados en los recientes distritos redefinidos. Entre ellos figuran un ex astronauta, un médico que ostenta tres títulos de la Universidad de Harvard, catedráticos universitarios, abogados e hijos de inmigrantes y pioneros de los derechos civiles.
Del total 49 candidatos —32 son demócratas y 16 republicanos, inclusive uno sin partido declarado al amparo de la nueva ley de California— se postulan a la cámara, informa NALEO. En esa cifra no se incluye a candidatos hispanos en terceros partidos.
«Esa es la diversidad que le faltaba al Congreso», destacó Lujan Grisham, de 53 años, nieta del primer magistrado hispano en la Corte Suprema de Nuevo México y pariente lejana del representante republicano del estado, Manuel Lujan, que ocupó el escaño al que ella aspira. Ocupó el cargo de comisionada del condado y fue secretaria del gabinete estatal.
La elección de Lujan Grisham le daría a Nuevo México una mayoría en la delegación hispana en la cámara, por primera vez desde 1988 cuando el estado eligió a Manuel Lujan y a Bill Richardson al Congreso.
Durante su campaña, los candidatos no solo hablan de la reforma de la ley de inmigración, sino también de ampliar el acceso a la universidad, el futuro de Medicare, la economía y la lucha contra el terrorismo.
«Estas son personas que no tienen conocimiento de la política», destacó Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO. «No se iniciaron como políticos por el contrario, pasaron su tiempo en otras profesiones después de estudiar en algunas de las principales universidades del país».
Vargas considera que este es un grupo de candidatos hispanos que tiene menos arraigo ideológico e idealmente podrían ayudar a unir esfuerzos de bipartidismo. Aquéllos que respaldan la reforma migratoria podrían contribuir a facilitar la aprobación de un proyecto de inmigración.
Lujan Grisham se enfrenta a la ex representante estatal republicana Janice Arnold-Jones, en el primer distrito legislativo de Nuevo México. Estuvo en manos de los republicanos hasta el 2009. El actual representante demócrata Martin Heinrich, se postula al Senado.
«Se trata de una generación en ascenso», destacó el representante demócrata de Texas Charlie Gonzalez, presidente saliente del Grupo Hispano en el Congreso e hijo del extinto representante demócrata Henry B. Gonzalez, uno de los fundadores de ese grupo. «Ellos continúan aquéllo que sus predecesores iniciaron, pero en su propio estilo», agregó.
Gonzalez relató que cuando su padre estaba en la Cámara de Representantes entre 1961 y 1999, el Congreso por lo general sólo contaba con un puñado de hispanos como representantes. «Sería sorprendente si llegamos a tener 30, cuando solíamos tener unos cuantos que podíamos contra en una mano», exclamó.
Juan Gomez-Quiñones, un catedrático de historia en la Universidad de California en Los Angeles, dijo que las generaciones previas de hispanos que llegaron hasta el Congreso procedían mayormente del suroeste y tuvieron dificultades en navegar las estructuras del poder en la costa este.
Pero los cambios demográficos han traído consigo más escaños legislativos en el suroeste. «Ya han dejado de ser foráneos», destacó Gomez-Quinones, autor del libro «Chicano Politics 1940-1990».
La nueva generación «es una señal de que el voto hispano, los candidatos hispanos, la composición demográfica de los candidatos hispanos está cambiando con los tiempos», agregó María Cardona, consultora demócrata de Washington.
Asimismo refleja la juventud de la población hispana, cuya edad promedio es 27 años, comparado con la media de 37 años de la nación en su conjunto, mientras asume la integración de los hijos de los inmigrantes hispanos dentro de la sociedad estadounidense. Tres de los candidatos en California han nacido en Estados Unidos, hijos de inmigrantes que superaron la pobreza y fueron sumamente exitosos en sus profesiones.
Los tres distritos de la Cámara de Representantes de Nuevo México, el estado más hispano de la nación, tienen candidatos hispanos. Se prevé que California casi duplicará el número de hispanos en su delegación legislativa de 6 a 11.
En la Florida, un estado con tres hispanos republicanos en el Congreso, hay una estrecha contienda entre el representante David Rivera y su retador demócrata Joe Garcia por el 26to distrito del estado.
El asambleísta de Los Angeles Tony Cárdenas y el senador estatal de California Juan Vargas, ambos demócratas, se postulan por escaños vacantes donde los votantes hispanos tienen gran posibilidad de decidir el resultado.
Dos demócratas, José Hernández y Raul Ruiz, y un republicano, el ex vicegobernador de California Abel Maldonado, se postulan en distritos donde deben ganar también sin votos de latinos. Los tres son hijos de trabajadores agrícolas y por lo menos en el caso de uno de los padres proceden de la pobreza con historias muy atractivas para todas las comunidades y partidos.
Hernández, de 50 años, se enfrenta al representante republican Jeff Denham, en el recién creado 10mo distrito legislativo. Basa su campaña en su trayectoria educativa y los sueños infantiles de ir al espacio.
«No soy un político», destaca en un aviso de campaña. «Soy un astronauta e ingeniero».
Ruiz, un físico educado en Harvard que tiene dos maestrías de esa prestigiosa universidad, está en una reñida contienda con la representante republicana Mary Bono Mack por el 36to distrito legislativo recién redefinido. Destacó que sus valores de responsabilidad tienen empatía entre los votantes. Cuando era un estudiante pobre que trataba ir a la universidad, recaudó 2.000 dólares entres los comercios locales para comprar sus libros por dos años.
«Les di un contrato y les dije que les ofrecía la oportunidad de invertir en su comunidad al invertir en mi educación», relató Ruiz, de 40 años, que cumplió con su promesa al volver a Coachella Valley donde ejerce la medicina de emergencia.
Maldonado trata de desbancar al representante demócrata Lois Capps en el 24to distrito legislativo recientemente redefinido en California. Maldonado fue senador estatal y sus ideas no siempre se alinearon con su partido. Cosechaba fresas con su padre, y al completar la universidad ayudó a ampliar la parcela a una que ahora emplea a 250 personas.
«Soy quien soy y no voy a cambiar y cuando los republicanos tienen la razón, lucharé junto a ellos y cuando están equivocados, los combatiré», destacó Maldonado.
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Gamboa informó desde Washington.
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