“Realmente la expresión del dictador es una manifestación de impotencia que debemos celebrar, tiene cinco años en esa campaña y no le funciona. Si a los periódicos independientes y libres que todavía quedan en Ecuador, nadie los lee y nadie les cree, cuál es el interés de romperlos o no comprarlos, si no pesan en nada. Miente paladinamente cuando dice que El Telégrafo es un diario público, no es un diario gobiernista y mucho más cuando habla que está en tercer lugar en circulación, ya se quisiera. Es un periódico que regalan en muchos sitios para que así alguien lo lea. No circulan más de 5 mil ejemplares aproximadamente. Y lo último es que si la prensa es corrupta como él afirma, su obligación sería enjuiciarla, no ha podido en un solo caso demostrar tal corrupción y el único en el que avanzó fue un escándalo mundial, cuando se instaló 13 horas él con medio gabinete frente a un juez para presionar a la justicia y conseguir de ellos un fallo de tres años de presión contra directores y periodistas de El Universo y 40 millones de dólares de indemnización que luego tuvo que dejar sin efecto ante la vergüenza mundial que eso significó”.
“Representa aparte de impotencia, derrota, un segundo elemento. Está perdido porque su aceptación no es esa del 80% que le registró apenas una encuestadora llamada Perfiles y opinión y luego reprodujo una filial mexicana, encuestadora que es gobiernista, sino su intención de voto hoy, por eso su desesperación es 30%. Hace dos meses era 38%. Hoy solo el 30% votaría por él para la relección”.
“El problema es que si el otro 70% está dividido entre 4 o 5 candidatos que se perfilan, 70 para 5 es mucho menos que 30%. Lo que mantiene sigue siendo alto gracias a los precios del petróleo, al incremento de recaudaciones aduaneras, a que han funcionado ciertos proyectos sociales y sobre todo a un acaparamiento total de los poderes del estado y del aparato publicitario, que le hacen creer a la gente cosas que no ven, a cambio de lo poco que por primera vez se recibe, pero este es un gobierno que da peces, no enseña a pescar, que somete a los pobres y los vuelve dependientes con un bono en vez de liberarlos generando un empleo”.