A una semana del decreto de Estado de Excepción, el país vive una “normalidad” relativa que sigue siendo empañada por hechos violentos que no se detienen, mientras que la mafia albanesa y los cárteles mexicanos siguen consolidados en Ecuador
Miami.- Tras una semana de una serie de sucesos que mantuvieron en vilo a la opinión pública en Ecuador y al resto del mundo, la normalidad parece llegar a las calles del país y en Actualidad Radio analizamos de la mano de dos expertos el tema este lunes.
Néstor Aguilera, corresponsal de la Voz de América en Ecuador, contó, en Al Final del Día, que es lo que está pasando y lo describió, según sus últimas entrevistas, como una “tensa calma” y recalcó que muy a pesar de la declaratoria de conflicto armado interno por parte del presidente, los eventos violentos han continuado.
Aguilera asegura que el reto del gobierno justamente está en tomar de nuevo el control del orden del país.
Por su parte, Michelle Maffei, internacionalista, conversó con Julio Bevione, y detalló que lo que vive Ecuador es una “crisis de inseguridad nunca antes vista” sin embargo, para Maffei aunque el crimen organizado no tiene nada que ver con la política hay “personajes” que podrían estar aprovechando el momento para asomar sus aspiraciones “porque es fácil politizar el fenómeno”.
Agregó que “Desde el 2017 se puede ver una presencia muy fuerte del Cartel de Sinaloa, nueva generación y de la mafia albanesa” “El cartel de Sinaloa lava dinero en unas 3700 empresas y todas ellas son privadas”
Habló de la mafia albanesa, dijo que llegó desde el 2001 bajo la “frontera abierta” de Ecuador y se establecieron gracias a las pocas medidas de seguridad para el ingreso de inmigrantes.
Maffei explicó cómo usaron los delincuentes albaneses encontraron en Ecuador el lugar perfecto para manejar el negocio de la droga, tomando en cuenta que el país tiene frontera con los mayores exportadores de cocaina, Perú y Colombia.
Para Maffei, el Ecuador se perdió. Dice que 7 de cada 10 ecuatorianos piensan que el futuro del país es nefasto.