Donald Trump se dirigirá este martes al Capitolio en Washington para dar su discurso anual sobre el Estado de la Unión en un ambiente extraordinariamente tenso: con el Senado a punto de absolverle en su juicio político, la oposición demócrata frustrada y la campaña electoral ya activa.
Un día antes de que el Senado cierre su proceso de destitución con una exoneración más que segura de los dos cargos que enfrenta por sus presiones a Ucrania, Trump pronunciará ante ambas cámaras del Congreso un discurso “optimista” que promete contrastar con las amargas divisiones que ha generado el proceso.
Este discurso es una fecha clave en el panorama político en Estados Unidos y es una de las pocas ocasiones en que las divisiones partidistas se dejan a un lado para escuchar la visión del presidente sobre el futuro del país. La Casa Blanca ha prometido que va a ser “implacable” a la hora de destacar su gestión de la economía y la “bonanza” para los trabajadores de clase obrera cuando él suba al podio a las 21 (hora local, 2 GMT del miércoles).
“Creo que este discurso va a tener un tono muy optimista”, dijo un funcionario del gobierno a la prensa, quien añadió que el presidente planea declarar “el gran regreso de Estados Unidos”.
¿HABLARÁ TRUMP DEL JUICIO POLÍTICO?
En 1999, el discurso sobre el Estado de la Unión del entonces presidente estadounidense, Bill Clinton, coincidió también con su juicio político en el Senado, y el mandatario sorprendió a muchos al no pronunciar ni una sola vez la palabra “impeachment”. Clinton apenas hizo una referencia velada a las “controversias” que dividían al país y se dedicó a destacar la bonanza económica y a proponer medidas legislativas.
La actual Casa Blanca planea seguir ese modelo y utilizar el discurso para dar una imagen presidencial y eficaz de Trump, en un momento en el que el presidente necesita airear sus logros y ampliar su base de votantes para asegurarse la reelección en noviembre, según fuentes consultadas por el diario Politico.
Pero los funcionarios de la Casa Blanca afirman que no saben qué hará Trump. “Nunca es seguro asumir nada”, dijo un alto cargo del gobierno al ser preguntado sobre si el juicio político va a ser parte del discurso del mandatario.
Trump aprovecha últimamente casi cada acto oficial para referirse al juicio político y tacharlo de “farsa”, y nadie descarta que una vez en la Cámara de Representantes, con la líder demócrata Nancy Pelosi a sus espaldas, el mandatario no pueda resistir la tentación de alardear de su inminente victoria política.
En la era Trump, el discurso sobre el Estado de la Unión se ha convertido en casi la única ocasión en la que el presidente accede a ajustarse a los cánones de lo que se considera en EE.UU. un comportamiento tradicionalmente “presidencial”, y los dos últimos años incluso consiguió algunas alabanzas de demócratas.
Esta vez, Trump acudirá al Capitolio con un mensaje de “optimismo implacable”, y “alentará al Congreso a trabajar con él para seguir construyendo una economía incluyente”, según la Casa Blanca.
MIGRACIÓN, MURO Y T-MEC
Trump presumirá de sus “increíbles avances a la hora de mantener segura la frontera” con México, con su refuerzo del muro limítrofe y el descenso en los cruces de indocumentados, y arremeterá de nuevo contra las “ciudades santuario”, aquellas que protegen a los migrantes sin papeles, adelantó su oficina.
También se espera que celebre la ratificación este mes en EEUU del tratado comercial T-MEC renegociado con México y Canadá; y que mencione su tregua parcial en la guerra de aranceles con China y su deseo de negociar pactos comerciales separados con el Reino Unido y la Unión Europea (UE).
La Casa Blanca no ha querido dar detalles de la parte del discurso centrada en política exterior, más allá de augurar que será “enérgico” respecto a Irán y que promocionará su recién anunciado plan de paz para Oriente Medio, rechazado por los palestinos.
EL ÚLTIMO ALEGATO DEL JUICIO POLÍTICO
Los mismos senadores que verán su discurso escucharon este lunes los argumentos finales en su juicio político, incluido el apasionado alegato de una acusación que es consciente de que el respaldo casi sin fisuras a Trump de la mayoría republicana hará imposible lograr la mayoría de dos tercios necesaria para destituirle.
“(Trump) ha traicionado nuestra seguridad nacional, y volverá a hacerlo. Ha puesto en riesgo nuestras elecciones y lo hará de nuevo. Ustedes no van a cambiarle. No pueden restringirle (…) Condénenle”, rogó Schiff a los senadores republicanos. Si no se le condena por “abuso de poder” en el caso de Ucrania, Trump podría sentir que tiene vía libre para “vender Alaska a los rusos a cambio de su apoyo en las próximas elecciones, o decidir que se muda permanentemente a Mar-a-Lago (Florida) y deja el país en manos de (su yerno) Jared Kushner”, advirtió Schiff. “Como esas cosas no son necesariamente criminales, el argumento (de la defensa) significaría que no se le puede imputar políticamente por un abuso de poder. Y eso es absurdo”, agregó.
Mientras, el abogado jefe de la defensa, Pat Cipollone, insistió en que el juicio político no ha sido más que “un intento de dar la vuelta a los resultados de las elecciones” de 2016.
EN CAMPAÑA
El discurso sobre el Estado de la Unión se suma a además al inicio de las primarias con miras a las elecciones de noviembre, tras la celebración del “caucus” en Iowa el lunes. La próxima semana, las votaciones siguen en New Hampshire y a partir de ahí el calendario electoral solo va a acelerarse aún más.
Varios de los demócratas que aspiran a enfrentar a Trump en los comicios presidenciales son jurados del juicio político en su calidad de senadores: Amy Klobachar, Bernie Sanders y Elizabeth Warren.
Fuente: Infobae