“Jorge era de los tipo montura porque acá en Galápagos las tortugas son tipo cúpula que son las más grandes y Jorge era de tipo montura que son de islas secas. Entonces él era el único de esa especie de Isla Pinta, que fue encontrado en el año 1972”.
“A mi cuidado entró en 1983. Yo lo alimentaba, le hacía limpieza del corral, de la piscina donde tomaba agua. Mi relación era de visitarlo todos los días de la semana, hasta el día domingo, Le visitaba por las mañanas por su alimento, que es, tres veces en la semana, lunes, miércoles y viernes y la limpieza martes, miércoles alimento, jueves limpieza, viernes alimento y eso quedaba hasta el día lunes”.
“Me reconocía cuando entraba al corral, se acercaba y extendía su cuello, abría la boca y siempre estaba con la mirada fija hacia mí. Luego le ponía su alimento y él iba a servirse su alimento, yo salía del corral y él se quedaba ahí tranquilo. Y así era cada vez que yo entraba al corral, nos hicimos grandes amigos”.
“Al encontrarlo muerto me sorprendí, me pasó algo por el cuerpo, me quedé inmóvil, luego de unos segundo, las lágrimas. Me quedé dando unas vueltas y después decidí movilizarme y avisar a las autoridades del Parque Nacional Galápagos y como era domingo fue un poco difícil comunicarme con ellos, pero luego lo logré”.