La noticia que estalló este lunes en Brasil causó euforia en medio de un acto de Dilma Rousseff en Brasilia, donde sus seguidores celebraron que el presidente interino de la Cámara de Diputados de su país, Walldir Maranhao, haya decidido aceptar el pedido de la Fiscalía General para anular la votación favorable al juicio político a la presidente.
Rousseff advirtió que aun no es oficial tal anulación, que debe ser publicada este martes para adquirir esa dimensión, Sin embargo, reconoció: «No puedo hacerme la desentendida». hablando sobre «eso que ustedes saben», pero advirtió también que no debían celebrar demasiado, porque «hay mañas y artimañas» alrededor del proceso que tiene en vilo al país sudamericano.
«No me acusaron de enriquecimiento ilícito porque no robé, no me acusaron de tener cuentas en el exterior porque no las tengo, no me acusaron de utilizar dinero público para beneficiarme porque no lo hice», dijo la presidente al referirse al impeachment, que tiene aun abierto en el Congreso.
La decisión de Maranhao, cuyas consecuencias jurídicas todavía no están claras, fue adoptada en momentos en que el Senado se apresta a una votación que puede separar a Rousseff del poder durante al menos seis meses y se apoya en supuestas irregularidades observadas en el trámite seguido en la Cámara Baja.
«Precisamos defender la democracia. Vamos a resistir siempre por ella. Vamos a confiar en la fuerza de todos los brasileños juntos», dijo la mandataria, entre los vivas repetidos de los militantes del PT.
En un momento de su alocución pidió que no gritasen tanto ya que su voz no estaba en las mejores condiciones. Luego siguió hablando: «Tenemos una disputa duran por venir. Pido tranquilidad para lidiar con esto. Las cosas no se resuelven así. Aun tenemos mucho que hacer».
Fuente: Infobae.com