La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros en su país, se defendió de las acusaciones en su contra.
Repitió que es inocente y que es «injusto» el proceso de juicio político que se abrió en su contra. «No hay pruebas contra mí. No hay pruebas de que yo he cometido actos ilegales», expresó.
Y agregó: «Soy víctima de un proceso de ‘verdades a medias’. Esto es un golpe porque no existe ninguna base legal para mi destitución. No tiene que ser un golpe armado para ser un golpe».
También utilizó la palabra «venganza» para referirse a sus opositores políticos y habló de que algunos dirigentes buscan sacar ventaja con vistas a un supuesto proceso electoral.
«Este proceso no es un proceso de juicio político. Están tratando de dirigir una elección. Tenemos que entender que este proceso no traerá estabilidad política al país porque se viola la base de la democracia».
Según varios diarios de este lunes, el vicepresidente Michel Temer ya comenzó a esbozar cómo sería su gabinete, al que reduciría de los 31 ministros actuales a unos 20 con el propósito de demostrar eficiencia y reducción del gasto.
Con la aprobación del juicio político contra Dilma Rousseff en la cámara de Diputados, ahora el proceso de impeachment pasará al Senado. La Cámara Alta puede tomarse hasta diez días para someter la decisión a votación.
Con mayoría simple, decidirá si archiva la causa o inicia lo que sería el propio juicio político. Se estima que en el Senado la oposición también contaría con los votos necesarios para el impeachment. Para aprobar el proceso, se necesitan 41 votos.
Fuente: Infobae.com