El recién designado nuevo gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, se comprometió este martes en La Habana, ante la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a continuar las reformas en la isla, pero sin aplicar políticas de «choque».
De acuerdo con un reporte de Diario de Cuba que cita a la agencia AP, el sustituto de Raúl Castro frente al régimen cubano asumió también este martes, y por un período de dos años, la presidencia de la CEPAL, organización regional que depende de las Naciones Unidas y es una activa impulsora del desarrollo económico.
El político, como ha sido habitual en la historia de ese gobierno, culpó al embargo de EEUU de los problemas que enfrenta la economía cubana, pero dijo que seguirán «enfocados en las metas de desarrollo fijadas a fin de preservar, ampliar y profundizar los logros alcanzados».
El reporte de Diario de Cuba apaunta que la economía cubana no acaba de despegar su proceso de «perfeccionamiento» luego de décadas de un fuerte estatismo centralizado. Las reformas castristas han recibido críticas de aquellos que se resisten a la apertura de la iniciativa privada y también de quienes ven el proceso muy lento luego de que el general Raúl Castro paralizara el avance de algunas actividades económicas independientes.
Díaz-Canel aseguró que sus país continuará con la «actualización del modelo económico y social iniciado», pero «regidos por la premisa inviolable de no dejar a ningún ciudadano desamparado. Nunca aplicaremos las conocidas terapias de choque que solo afectan a los más necesitados».
En la ceremonia de apertura del 37 Periodo de Sesiones de la CEPAL en La Habana estuvieron presentes el secretario general de la ONU, António Guterres, y la actual secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, quien dijo que la desigualdad es el principal desafío que enfrenta la organización que dirige.
«La desigualdad no solo es injusta sino ineficiente», dijo Bárcena al informar que 187 millones de personas en la región viven en la pobreza, siendo el continente del mundo con una mayor brecha entre ricos y pobres.
Bárcena indicó que en 2018 la economía regional crecerá un 2,2% luego de dos años de recesión y Cuba fue uno de los países que creció poco en 2017, solo el 1,6%.
Secretario general de la ONU insta a lograr una «globalización equitativa»
En la reunión de la CEPAL en La Habana, Guterres llamó a conseguir una «globalización equitativa que no deje a nadie atrás» y a aprovechar la «cuarta revolución industrial» como fuente de bienestar frente a los riesgos sociales y económicos que plantea, reportó EFE.
«Nos guste o no, el aumento de la desigualdad se ha convertido en el rostro de la globalización y ha generado descontento, intolerancia e inestabilidad social, sobre todo entre nuestros jóvenes», afirmó el líder de la ONU.
Reconoció que la globalización ha supuesto mejoras inéditas en la erradicación de la pobreza y el aumento de la longevidad, pero lamentó que «hay demasiadas personas que han quedado atrás».
Entre los problemas más acuciantes que plantea, mencionó la concentración de la riqueza en pocas manos, los problemas de las mujeres para su integración laboral y la brecha salarial o los «niveles alarmantes» de desempleo juvenil, con «trágica repercusión» en su bienestar y el desarrollo de los países».
«Durante más de una generación, los ingresos del 1% más rico del mundo han crecido a un ritmo dos veces mayor que los del 50% más pobre», aseveró Guterres, quien exhortó a «aprovechar el potencial de la cuarta revolución industrial y protegernos al tiempo de los riesgos que plantea».
Guterres opinó que la visión y enfoque de ese organismo de la ONU «son hoy más necesarios que nunca antes».
La CEPAL, que cumple ahora siete décadas, «sigue presente en la primera línea de los esfuerzos para impulsar una globalización equitativa», refirió el alto funcionario, quien también llamó a «redefinir el concepto de desarrollo, sobre todo en las regiones de transición y países de ingreso mediano como Latinoamérica y Caribe».
FUENTE: Diario Las Americas / Publicado originalmente en Diario de Cuba