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Detuvieron a migrante infectado con bacteria come carne en Nuevo México

por actualidad

Foto AP

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo hace unos días en una zona desolada cerca de Lordsburg, Nuevo México, a un migrante infectado con una bacteria carnívora.

El migrante fue llevado a un hospital cuando informó a un agente que tenía una erupción en una pierna, afirmó el portavoz de la Patrulla Fronteriza (CBP), Carlos Antunez.

Funcionarios de la Patrulla Fronteriza dijeron en un comunicado que el migrante no identificado necesitará tratamiento médico extensivo.

Antunez, explicó que llevaron al migrante detenido a un hospital, luego de identificarle una rara erupción en la pierna.

En ocasiones es necesario eliminar la zona afectada mediante cirugía. Es muy raro que la infección contagie a otra persona.
El hombre fue detenido cerca de la pequeña ciudad de Lordsburg, sin embargo no se dio a conocer su país de origen.

Otros 300 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron detenidos el jueves al sur de Lordsburg, cerca de un cruce fronterizo oficial entre México y Estados Unidos, dijo Antunez. Algunos estaban enfermos y lesionados, y fueron llevados a hospitales para su atención.

Esa zona desértica y escasamente poblada ha registrado últimamente un gran tránsito de grupos de migrantes.

Casi 10.000 migrantes fueron detenidos en las tres estaciones de la Patrulla Fronteriza de Nuevo México desde el 1 de octubre, según las autoridades.

Las tres estaciones acumularon 12.800 detenciones de octubre de 2017 a septiembre de 2018.

Fascitis necrotizante

Las bacterias que se alimentan de carne son una condición rara llamada fascitis necrotizante que se propaga rápidamente y puede ser fatal. Las bacterias generalmente ingresan al cuerpo a través de un corte o rasguño menor y pueden causar una infección grave que puede destruir los músculos, la piel y otros tejidos.

La fascitis necrosante es una infección poco común, rápidamente progresiva y de difícil diagnóstico en estadio temprano. Afecta la piel, tejido celular subcutáneo, fascia superficial y ocasionalmente la profunda, produce trombosis de la microcirculación subcutánea y necrosis hística con severa toxicidad sistémica.

Ocurre cuando una bacteria ingresa al cuerpo mediante una lesión en la piel. Las personas con un sistema inmunológico débil tienen más riesgo de desarrollar esta enfermedad.

La afección se propaga rápidamente. Los síntomas incluyen la aparición de ampollas, fiebre, fatiga y dolor más intenso de lo que podría esperarse en función del aspecto de la herida.

La mortalidad global de la fascitis necrosante oscila entre el 20 y el 47%. Entre los pacientes con fascitis necrosante del tipo I o II en quienes el diagnóstico se lleva a cabo dentro de los 4 días desde la aparición de los síntomas iniciales, la mortalidad se reduce al 12%.

La puerta de entrada suele ser una zona de traumatismo (laceración, abrasión, quemaduras, picaduras de insectos), una laparotomía llevada a cabo en presencia de contaminación peritoneal (traumatismo abdominal penetrante o perforación de una víscera) u otro procedimiento quirúrgico, un absceso perirrectal, úlcera de decúbito o una perforación intestinal.

Algunos casos especiales en los que se puede desarrollar una fascitis necrosante se encuentran la diabetes mellitus, cáncer, VIH, deficiencia renal, el alcoholismo y el abuso de drogas intravenosas.

 

Fuente: Infobae

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