El detective de investigaciones de alto riesgo y analista de inteligencia Fernando Álvarez cuestionó la falta de medidas básicas de seguridad en las escuelas de Estados Unidos.
Álvarez señaló que, si bien existen tecnologías que podrían salvar vidas, la burocracia y la corrupción bloquean su implementación. “Un sensor de disparos puede indicar en qué pasillo o aula ocurrió el último tiro y guiar a la policía en segundos”, explicó, lamentando que no se instalen.
El experto fue categórico sobre la responsabilidad gubernamental: “Una puerta blindada le cuesta 1,000 dólares a una empresa privada, pero al gobierno le cuesta 50 mil porque el gobierno es corrupto y burocrático”. Se preguntó por qué no hay la misma seguridad que existe en tribunales, donde nunca se han visto atentados.
Álvarez concluyó que, aunque no se puede predecir a los “lobos solitarios” que cometen estos crímenes, sí se puede minimizar el daño con prevención real.