La aerolínea estadounidense JetBlue da inicio este miércoles a una nueva era en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos al enviar el primer vuelo comercial a la isla después de más de 50 años.
Con un saludo de agua y sus 150 asientos vendidos, el vuelo 387 de JetBlue parte a las 09.45 locales (13.45 GMT) del aeropuerto de Fort Lauderdale, en el sureste de Florida, y llegará a Santa Clara, 280 Km al este de La Habana, poco más de una hora después.
El embajador cubano en EEUU, José Ramón Cabañas, y el director ejecutivo de JetBlue, Robin Hayes, cortaron la cita inaugural vuelo. Un grupo de música cubana amenizó la espera de los pasajeros del vuelo, que disfrutaron también de un desayuno y bebidas. Una torta con forma de torre y adornada con los colores cubanos adornaba el buffet.
«Estamos orgullosos de marcar el comienzo de una nueva era en los viajes a Cuba», dijo el vicepresidente ejecutivo de mercadeo de JetBlue, Marty St. George, en un comunicado.
El secretario de Transporte estadounidense, Anthony Foxx, viajará a Cuba «coincidiendo con este vuelo inaugural», informó el martes el ministerio de Transporte de la isla. Allí se reunirá con autoridades locales. A su vez, el secretario de Estado norteamericano aseguró que es «un paso adelante»
Es el primer vuelo regular entre los dos países desde 1961, cuando el tráfico aéreo fue suspendido víctima de la Guerra Fría.
Washington y La Habana acordaron en febrero de este año restablecer los vuelos comerciales, en un punto de inflexión en el paulatino restablecimiento de lazos diplomáticos que comenzó en julio de 2015.
«Es un hito histórico en las relaciones entre ambos países», comentó Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Los vuelos regulares «permitirán un movimiento más fluido de personas, mercancías, información e ideas entre dos lugares muy cercanos geográficamente pero muy distantes políticamente», añadió.
El embargo de Washington aún prohíbe el turismo en Cuba, pero los estadounidenses pueden viajar dentro de otras 12 categorías. Las más utilizadas son el intercambio cultural o educativo.
«Hay mucho interés en Cuba, es un lugar que está caliente ahora mismo, se puso de moda», dijo Frank González, dueño de la agencia Mambí Tours que ofrece paquetes para estadounidenses con talleres de música o de santería.
Desde que el año pasado se liberó la posibilidad de viajar a Cuba, las visitas han marcado un récord: 161.000 en 2015, 77% más que el año anterior, de acuerdo al Ministerio de Turismo de la isla.
Pero aún «habrá que esperar (para saber) los efectos socioeconómicos a largo plazo del incremento de contactos ‘pueblo a pueblo’ entre Cuba y Estados Unidos», dijo el profesor Duany.
Desde 1979, los «charters» suplieron la demanda y hasta esta semana había apenas una treintena de vuelos diarios a la isla. No obstante, los operadores de estos aviones de alquiler tienen los días contados.
Normalmente, el boleto en un charter a Cuba cuesta entre USD 400 y USD 500, mientras JetBlue cobrará USD 99 dólares la ida y cerca del doble ida y vuelta.
Orlando Consuegra, dueño de la agencia Tocororo Travel en Miami, opina que los precios se asentarán entre USD 250 y USD 300 por los altos impuestos de aterrizaje en Cuba.
El vuelo inaugural está pilotado por el capitán Mark Luaces y el primer oficial Francisco Barreras, ambos estadounidenses de padres cubanos, informó JetBlue.
Será inaugurado con un «saludo con cañón de agua», una tradición en la aeronática en la que los aviones son bañados antes de partir por primera vez a un destino.
A este vuelo inicial le seguirá el jueves uno de Silver Airways, también a Santa Clara, y luego los de American Airlines, que a partir del 7 de septiembre volará a cinco destinos cubanos.
A lo largo de los próximos meses se irá incrementando la regularidad de los vuelos hasta llegar a 110 diarios, 20 de ellos a La Habana.