Una demanda presentada en Miami contra Lukoil, Glencore y decenas de otras empresas del sector petrolero esboza un gigantesco entramado de corrupción que le habría costado a Venezuela miles de millones de dólares y que involucra manipulación en los precios de crudo, espionaje electrónico y hasta presuntos vínculos con carteles de la droga.
Según la demanda introducida a nombre del fondo «PDVSA US LITIGATION TRUST», en el centro de la red de corrupción se encuentran dos ex operadores de la estatal Petróleos de Venezuela, quienes conspiraron con las empresas del sector energético para manipular las licitaciones.
Los venezolanos Francisco Morillo y Leonardo Baquero junto con los otros integrantes de la conspiración «pagaron sobornos a empleados de PDVSA» para defraudar a la empresa estatal y obtener los contratos, señala uno de los documentos presentados en el tribunal.
Morillo y Baquero, quienes contaban con oficinas en Miami, habrían iniciado sus operaciones en el 2004, al registrar en Panamá la firma de consultores Helsinge Inc., La suiza Glencore y la rusa Lukoil, aparecen en la lista de más de 40 demandados al igual que BAC Florida Bank, con sede en Coral Gables.
Arrestado ministro chavista envia mensaje a trabajadores de industria petrolera
El ex ministro chavista de Petróleo de Venezuela, Eulogio Del Pino, hombre importante del régimen de Nicolás Maduro que fue arrestado el jueves por la mañana en el marco de una investigación de corrupción, envió un mensaje por Twitter a los trabajadores de la industria petrolera diciéndoles que no deben sentirse avergonzados por el trabajo que realizaron. Eulogio Del Pino
«Las pérdidas para PDVSA y las ganancias obtenidas por los acusados como resultados de la fechorías de Helsinge Enterprise suman varios miles de millones de dólares», alega la demanda.
En el documento se alega que Baquero y Morillo suministraban información privilegiada al resto de los operadores petroleros para que pudieran obtener los contratos de exportación de crudo de PDVSA, así como los de compra de petróleo que realizaba la propia empresa venezolana.
Esa información era obtenida a través de la clonación de computadoras en PDVSA que brindaban información a tiempo real de las licitaciones. El servidor espejo de Helsinge se encontraba en Miami.
Según los documentos del caso, el grueso de la información presentada en la demanda fue suministrada por la esposa de Morillo, quien se encuentra separada de su conyuge demandado.
En una de las entrevistas realizadas, la mujer advirtió que Morillo y sus allegados son «personas extremadamente violentas», y que su relación con él comenzó a deteriorarse en el 2007, cuando comenzó a actuar con violencia contra ella.
«Su comportamiento se tornó errático. Al mismo tiempo, Morillo comenzó a relacionarse con individuos que ella cree están vinculados con el narcotráfico», señala el documento.
Entre el material presentado por la mujer se encuentra una laptop que contiene miles de correos electrónicos que brindan amplios detalles sobre la conspiración.otnio
Por: Antonio M. Delgado / elNuevoHerald.com