En la casa de la que salieron las hermanas Yareli, de tres años, y Jazmina, de cinco, hay una muñeca y un osito de peluche sobre la cama que dejaron las niñas antes de emprender un viaje de miles de kilómetros hacia Estados Unidos, que culminó hace unos días cuando supuestos traficantes de personas las arrojaron desde uno de los puntos del muro fronterizo con México.
En esa vivienda, situada en la comunidad de San Lucas (provincia de Loja, sur de Ecuador), el abuelo de las pequeñas, Lucio Vacacela, explicó a Univision Noticias que la familia tomó la decisión de enviarlas fuera del país aun con los riesgos que implica el viaje para los inmigrantes debido a las dificultades económicas y porque los padres, que ya viven en Estados Unidos, las extrañaban.
“Mi hijo quería estar con ellas, mucho sufría la mamá”, explica Vacacela. El padre de las niñas, Diego Vacacela, y su madre, Yolanda Macas, viven en Nueva York.
Las niñas salieron el 27 de marzo rumbo a México para cruzar la frontera, acompañadas por su abuela, Rosa Delfín Aguilar, y su tío, Ángel Vacacela, de quienes se desconoce el paradero. Una de las tías, Mariana Aguilar, dice que espera que las niñas reciban ayuda y «que lleguen pronto donde sus padres». El Consulado de Ecuador en Houston informó que las hermanas han hablado ya con sus padres, de acuerdo con la agencia EFE.
La cifra de inmigrantes sin papeles en EEUU ha aumentado de forma significativa en los últimos meses, más de 100,000 intentaron llegar al país por la frontera sur en febrero, unos 171,000 en marzo (la mayor cifra en 15 años) y al menos 5,000 menores que viajaron solos están bajo la custodia del gobierno estadounidense.
La Casa Blanca permitió el ingreso a medios a un centro de detención en Texas para menores, donde se observa el hacinamiento de cientos que esperan ser reunidos con sus seres queridos.
Fuente: Univision