LEWISTON, Maine, EE.UU. (AP) — En el estado más blanco de Estados Unidos, a miles de kilómetros de la frontera con México, el debate sobre inmigración se está convirtiendo rápidamente en un asunto central en una de las contiendas para gobernador más observadas en el país.
Con sus comunidades estrechamente unidas y una costumbre de considerar a los no nativos como gente que viene «de lejos», los locales tienen reputación de ser insulares. Pero ellos también han aceptado la necesidad de inmigrantes, con el envejecimiento y declinación de la población en el estado.
Así que el gobernador republicano Paul LePage enturbió las aguas cuando criticó al gobierno federal por ubicar a ocho niños inmigrantes en el estado sin avisarle.
LePage dijo el lunes que el gobierno federal estaba evadiendo su responsabilidad al dejar la frontera no protegida y pasar la carga a los estados. Dijo que le preocupa el impacto financiero si se colocan más niños en el estado.
«Si tenemos ocho niños en el estado en estos momentos y fondos estatales están siendo dedicados a ellos, han ocho residentes de Maine que no están recibiendo prestaciones», dijo durante una visita a un albergue de desamparados en Lewiston. «No existe una reserva inacabable de dinero».
Desde enero, más de 30.000 niños, mayormente de El Salvador, Honduras y Guatemala, han cruzado la frontera sur ilegalmente y han sido colocados con familias en todo el país. Los ocho niños enviados a Maine son apenas una fracción de los miles enviados a otros estados, como Nueva York, California y Florida.
El asunto ha subido a la primera plana de las contiendas para gobernador en estados fronterizos, como Arizona. Dominó el debate de las primarias republicanas allí la semana pasada, en el que los candidatos delinearon ideas, incluyendo el despliegue de fuerzas de la Guardia Nacional en la frontera y sanciones más estrictas contra empresas que empleen a indocumentados.
Pero el tema se ha colado también en las políticas lejos de la frontera.
La oferta del gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, de ofrecer albergue temporal a niños inmigrantes en dos bases ha atraído tanto elogios como críticas de candidatos que aspiran a ocupar el puesto del demócrata.
En Connecticut, el rechazo por el gobernador demócrata Dannel Malloy de un pedido federal para albergar a hasta 2.000 niños en una propiedad estatal mayormente vacante le dejó vulnerable a críticas de oponentes republicanos, que han dicho que su decisión fue precipitada y fuera de lugar.
En Maine, la campaña de reelección de LePage ha criticado a su oponente demócrata, el representante Mike Michaud, por no expresar una posición clara sobre si aceptaría o no albergar a niños migrantes en el estado y trató de vincular las opiniones de Michaud con las de Patrick cuando ambos hicieron campaña juntos en Maine la semana pasada.
La campaña de LePage está elogiando sus políticas sobre inmigración, incluyendo una directriz reciente de que ciudades y pueblos no provean prestaciones de bienestar social a aquellos que no puedan demostrar que están legalmente en el país.
A su vez, la campaña de Michaud dijo la semana pasada que LePage estaba usando el asunto meramente para apelar a su base política en noviembre. Michaud dijo que la decisión de albergar a los niños en Manie dependería de varios factores, incluyendo los costos y la disponibilidad de sitios.
«La táctica (de LePage’s) es gobernar por medio de división», dijo la portavoz de Michaud, Lizzy Reinholt, el viernes. «Él ha tratado realmente de enfrentar a una comunidad de Maine con otra».
El candidato independiente Eliot Cutler dijo que si la familia de un niño ya está en el estado, él respalda reunirlos, pero advirtió que Maine necesitaría ayuda federal si se le pide recibir a grandes cantidades de niños migrantes,.
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