Después de esperar 71 años, los Cachorros de Chicago volvieron a ganar un juego en una Serie Mundial.
Jake Arrieta mantuvo un juego sin hits hasta el sexto inning, Kyle Schwarber remolcó dos carreras con sendos sencillos y los Cachorros se sacudieron de una blanqueada y emparejaron el Clásico de Otoño al vencer el miércoles 5-1 a los Indios de Cleveland.
Un doble de Jason Kipnis con un out desbarató el intento de Arrieta de lanzar el primer juego sin hits en un Clásico de Otoño desde que Don Larsen tiró un perfecto para los Yanquis de Nueva York en el quinto juego de la edición de 1956 contra los Dodgers de Brooklyn.
Pero el ganador del Cy Young de 2015 cumplió con el deber para Chicago: irse del Progressive Field con un empate en la serie. Ahora, los Cachorros viajan a su feudo del Wrigley Field para los próximos tres juegos entre el viernes y domingo.
La última victoria de Chicago en un encuentro de una Serie Mundial se remontaba al 8 de octubre de 1945, cuando le ganaron 8-7 a los Tigres de Detroit. Fue el sexto duelo de la serie, con lo que forzaron un compromiso decisivo, que perdieron.
No se coronan en la Serie Mundial desde 1908.
«Estamos listos para este viernes que va a estar de locos, van a ver fanáticos por todos lados», declaró Javier Báez, el segunda base puertorriqueño de los Cachorros.
«Siempre es un locura», añadió el manager Joe Maddon sobre el ambiente en Wrigley. «Pero sospecho que sobrepasará eso, especialmente con nosotros de vuelta empatados 1-1. Creo que la gente estará eufórica con la victoria esta noche».
Mientras Arrieta dominaba desde el montículo, Schwarber no dio muestras de óxido con su swing. Tras perderse prácticamente casi toda la temporada por una lesión en la rodilla izquierda, el bateador designado produjo una anotación en el tercero ante Trevor Bauer, el abridor de los Indios, y añadió otra dentro de un racimo de tres carreras en el quinto.
¿Es sencillo reaparecer tras seis meses de baja?
«No es fácil, claro que no. El béisbol es un deporte loco. Te hace hacer locuras, pero este el momento al cual todos aspirábamos cuando éramos unos chiquitos, el jugar en una Serie Mundial y ganarla. Hemos dado un pasito hoy, pero nos queda mucho por andar».
En respuesta a un pronóstico de lluvia, Grandes Ligas decidió adelantar una hora el inicio del juego. Comenzó a las 7:08 de la noche. Hacían 6 grados centígrados (43 F) cuando Bauer hizo el primer pitcheo.
La presencia de LeBron James y demás jugadores de los Cavaliers de Cleveland, algunos con sus flamantes anillos de campeones de la NBA, no pudo evitar la que fue la primera derrota de los Indios en seis juegos en casa en esta postemporada.
También se acabó el invicto de su piloto Terry Francona, al sufrir su primera derrota en 10 juegos en Series Mundiales.
«Permitimos nueve hits, ocho boletos, dos errores y solo toleramos cinco carreras», indicó Francona. «Para que podamos, necesitamos jugar sin fisuras, y eso no lo hicimos».
Maniatados por Corey Kluber el martes, los Cachorros se adelantaron en el primer acto gracias a un doblete remolcador de Anthony Rizzo.
Kris Bryant dio un sencillo con un out y anotó con facilidad cuando Rizzo empalmó a su batazo hacia la esquina del bosque derecho, donde Lonnie Chisenhall se tardó una eternidad para recuperar la pelota.
Así, la racha de 18 innings sin permitir carreras de los Indios se esfumó, con esos ocho boletos, dos errores del segunda base Kipinis.
Bauer no pudo pasar del primer inning de su última apertura, el 17 de octubre contra Toronto en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, en el que tuvo que salir debido a una hemorragia en el dedo meñique de la mano derecha que se había cortado accidentalmente en un accidente cuando reparaba un dron.
Sus primeros dos innings fueron un suplicio, necesitando de 51 lanzamientos para gestionarlos. Parecía que sorteaba sin problemas el tercero cuando Chicago fabricó su segunda carrera con un boleto y sencillos de Ben Zobrist y Schwarber.
Tuvo a Rizzo en cuenta de 0-2, pero el primera base de los Cachorros recibió el boleto y Zobrist siguió con un sencillo. Sin señales que su swing estuviese fuera de ritmo, Schwarber conectó un sencillo remolcador al central en 3-0. Fue el primer indiscutible de Schwarber en cuenta de 3-0 en su carrera.
Arrieta completó su apertura con seis ponches y tres boletos en cinco innings y dos tercios, empleando 98 pitcheos.
Su mayor apremio fue en el primer episodio, en el que expidió dos boletos tras dos outs, repitiendo la secuencia que complicó a su compañero de rotación Jon Lester en el primer juego. Pero contuvo la amenaza al retirar a José Ramírez a lo profundo del central.
«Jake es un pitcher que siempre trata de ser perfecto», dijo Willson Contreras, cuya titularidad como receptor sorprendió puesto que su como Miguel Montero es el cátcher habitual de Arriera. «Lo que le dije fue: ‘no trates de ser perfecto con tus pitcheos, se están moviendo suficiente bien».
La única carrera de Cleveland entró tras un lanzamiento descontrolado de Arrieta, con Mike Napoli al bate y Kipnis en tercera.
Luego que Napoli disparó un sencillo al izquierdo, Joe Maddon recurrió al bullpen. Mike Montgomery y Aroldis Chapman se encargaron del resto.
Por los Cachorros, el puertorriqueño Javier Báez de 5-1. El venezolano Willson Contreras de 3-0. El cubano Jorge Soler de 2-0.
Por los Indios, los dominicanos Carlos Santana de 4-0, José Ramírez de 3-0. Los puertorriqueños Francisco Lindor de 3-0, Roberto Pérez de 3-0.