Cuba flexibilizó los requisitos para el ingreso de viajeros a la isla y ya no exigirá pruebas de antígenos o PCR negativos ni un esquema de vacunación completa argumentando que hay mejores condiciones sanitarias a nivel mundial.
El director de Epidemiología, Francisco Durán, indicó este lunes durante una comparecencia televisiva que la relajación de las medidas entrará en vigor el miércoles, aunque se mantendrá el uso de barbijos obligatorios, el distanciamiento físico y se realizarán tomas de muestras de manera aleatoria a quienes arriben. Durán dijo que había una discreta mejoría en las cifras de casos de COVID-19 de la última semana y lo atribuyó al protocolo de atención de la isla, así como a la vacunación masiva que alcanza al 95% de la población, incluyendo los niños de más de dos años.
Desde marzo de 2020, Cuba acumula casi 1,1 millones de infectados y 8.515 fallecidos. Luego de un repunte debido a la variante ómicron a comienzo de 2022, la enfermedad llegó a una meseta en las últimas dos semanas con un promedio de entre 600 y 700 casos diarios.
Durante la conferencia de Durán se informó además que esta semana se presentará a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el expediente para el reconocimiento de la vacuna Abdala, una de las tres producidas en la isla. Ya se había anunciado que se realizaría el trámite, pero no se informó el motivo de la demora.
Cuba es el único país de América Latina que desarrolla y produce sus propios antígenos y los exporta a países aliados como Venezuela, Irán, Nicaragua y Vietnam. Además de Abdala, los científicos de la isla crearon Soberana 02 y Soberana Plus, con las cuales también se realiza la inmunización masiva de la población local.
Fuente: AP