“En un momento dado te entrenan para agarrar un rifle y matar a otro ser humano, por meses, por años estás dedicado a eso, donde tu vida y tus compañeros dependen y regresar otra vez a la sociedad y hacer un switch mentalmente. Son unos valores cercanos a lo que es el centro del ser humano, lo que define nuestra humanidad. Muchos de ellos quedan traumatizados”.
“Aquí hay un elemento que tenemos que entender, el efecto, el impacto que tiene esto en el cerebro es muy grande. Identificamos cuando uno está padeciendo del trastorno de stress post traumático (PTSD), cambia la estructura del cerebro. Hoy en día con la tecnología que hay podemos medir los tamaños en el cerebro, como es la amígala, el hipocampo que regulan estos controles de impulso”.
“Muchos de ellos regresan no sólo afectados sicológicamente, sino estructuralmente el cerebro y eso es lo que les cuesta mucho trabajo. Hay casos donde tienen muchas pesadillas, estas reacciones extremas ante situaciones como la que les sucedió a ellos y ahí es donde no regulan. En vez de ir y llamar a la policía, ellos fueron a tratar de responder como hacían cuando estaban en Afganistán, con armas”.