En su más reciente análisis para el programa Cada Tarde por Actualidad Radio, el coronel retirado Octavio Pérez reveló detalles de lo que describió como un «ataque fulminante» de Israel contra la infraestructura nuclear y militar de Irán. Según Pérez, la operación, que habría tomado años en planificarse, incluyó bombardeos quirúrgicos, sabotaje interno y una colaboración tácita de actores regionales y globales. “Esto fue un operativo que tomó años en montar y ha estado en los libros de Israel pendiente a un evento”, afirmó.
El analista militar destacó como uno de los principales logros el hecho de que “se decapitó a la cúpula militar de la Guardia Revolucionaria y al personal clave del programa nuclear, incluidos científicos y profesores universitarios”. Sostuvo que el ataque no fue una reacción impulsiva, sino una operación milimétricamente calculada por el Mossad ante la inminencia de que Teherán lograra ensamblar armas nucleares, después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) se retirara al considerar el programa iraní «fuera de control».
Pérez confirmó, según sus fuentes, que la ofensiva incluyó el uso de bombas «Bunker Buster» para destruir instalaciones subterráneas clave como Natanz y Fordow, así como fábricas de misiles y laboratorios atómicos. También se habrían atacado residencias de altos mandos. “Se destruyeron fábricas de misiles y sitios de enriquecimiento con bombas penetrantes; los videos muestran explosiones en cadena”, detalló.
Finalmente, el coronel señaló que la participación de más de 200 aeronaves israelíes, sobrevolando espacio aéreo controlado por EE. UU. en Siria, evidencia una colaboración indirecta. “Aunque Estados Unidos niegue colaboración directa, facilitó el espacio aéreo y evacuó su personal diplomático días antes”, concluyó, afirmando que el detonante fue la certeza de que Irán había alcanzado un nivel de enriquecimiento del 90%.