Corea del norte fracasó el miércoles en su intento por poner en órbita su primer satélite espía, en un revés para el mandatario Kim Jong Un que pretende reforzar su capacidad militar en medio de un aumento de las tensiones con Estados Unidos y Corea del Sur.
Después de su inusualmente rápida admisión de fracaso, Corea del Norte anunció que efectuará un segundo lanzamiento después de conocer qué salió mal durante el despegue del cohete. Esto deja entrever que Kim sigue determinado a expandir su arsenal y aplicar mayor presión sobre Washington y Seúl mientras las gestiones diplomáticas continúan en un punto muerto.
El lanzamiento de un satélite por parte de Corea del Norte es una violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le prohíben al país llevar a cabo cualquier lanzamiento con tecnología balística. Los expertos señalan que los lanzamientos satelitales previos de Pyongyang ayudaron a mejorar su tecnología de misiles de largo alcance, aunque el más reciente intento posiblemente se enfocó más en el despliegue de un satélite militar. Corea del Norte ya ha demostrado que podría contar con la capacidad de alcanzar cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos después de varios años de pruebas de misiles balísticos intercontinentales.
El lanzamiento del cohete recién desarrollado Chollima-1, el cual llevaba al satélite Malligyong-1, se llevó a cabo a las 6:37 de la mañana en el Centro de Lanzamiento Satelital Sohae, ubicado en el noroeste del país. El cohete se estrelló en aguas frente a la costa occidental de la península de Corea luego de perder potencia tras la separación de la primera y segunda etapas, informó la Agencia Central de Noticias de Corea.
Añadió que la agencia espacial del país investigará los defectos que reveló el lanzamiento, tomará medidas urgentes para resolverlos y realizará un segundo lanzamiento lo antes posible mediante varias pruebas de partes.
El lanzamiento norcoreano había provocado breves órdenes de evacuación en Corea del Sur y Japón. Las fuerzas armadas surcoreanas señalaron que reforzaron su preparación militar en estrecha coordinación con Estados Unidos, y Japón declaró que se preparó para responder a cualquier emergencia.
Las fuerzas armadas surcoreanas señalaron que el cohete norcoreano tenía “un vuelo anormal” antes de desplomarse al mar. El secretario de gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, dijo a la prensa que se cree que ningún objeto llegó al espacio.
Adam Hodge, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo en comunicado que Washington condenaba enérgicamente el lanzamiento norcoreano debido a que usó tecnología prohibida de misiles balísticos, intensificó las tensiones y se corrió el riesgo de una desestabilización en materia de seguridad en la región y otros lugares.
Hodge dijo que Estados Unidos exhorta a que Corea del Norte regrese a la mesa de negociaciones y ponga fin a sus actos de provocación. Añadió que Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de territorio estadounidense y la defensa de Corea del Sur y Japón.
Recientes imágenes de satélites comerciales del centro de lanzamientos de Corea del Norte mostraron una construcción activa, indicio de los planes de Pyongyang de enviar al espacio más de un satélite.
El martes, Ri Pyong Chol, un alto funcionario norcoreano, dijo que Corea del Norte necesita un sistema de reconocimiento desplegado en el espacio para contrarrestar la intensificación de las amenazas de seguridad provenientes de Corea del Sur y Estados Unidos.
Fuente: AP