El ex director de Armamento de la Armada venezolana, el contralmirante Carlos Molina Tamayo, afirmó que la confrontación se desarrolla en dos campos simultáneos: la guerra narrativa, impulsada internacionalmente por lobby político y mediático, y la guerra técnica, basada en operaciones electrónicas, inteligencia de señales y despliegues navales.
Según Molina Tamayo, algunos reportes recientes deben analizarse bajo el entendimiento de que existen intereses de lobby que buscan suavizar o reinterpretar el rol real del régimen venezolano. “Hay una guerra informativa. Algunos artículos están viciados por el lobby. Caracas ha tenido lobistas en Washington y en Nueva York”, afirmó.
Guerra Mosaico y Disuasión
El oficial explicó que la presencia del portaaviones USS Gerald Ford en el Caribe responde a la doctrina de guerra mosaico, una estrategia militar que combina:
- Inteligencia electrónica (ELINT).
- Inteligencia de señales (SIGINT).
- Guerra psicológica.
- Ataques quirúrgicos selectivos.
“No se está hablando de atacar a Venezuela. Se está hablando de neutralizar a los narcocriminales y terroristas que están dentro de Venezuela”, aclaró.
El contralmirante afirmó que desde la administración Trump se han realizado vuelos y aproximaciones destinadas a capturar la firma electromagnética de los radares venezolanos, lo que permite evaluar y neutralizar defensas aéreas con precisión. “Los aviones y buques se acercan para actualizar el espectro electromagnético y para medir la reacción del régimen”.
Molina Tamayo dirigió un mensaje directo a los miembros de la Fuerza Armada venezolana: “Si están operando un radar para iluminar un avión estadounidense, salgan de ahí. La respuesta será inmediata. Esos aviones vienen con F-18 Growler de guerra electrónica”.