La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el miércoles un proyecto de ley a fin de evitar una huelga ferroviaria que habría causado estragos a la economía.
El proyecto aprobado por 290 votos contra 137 pasa ahora al Senado. Si éste lo aprueba, el presidente Joe Biden, que solicitó la medida, lo sancionará rápidamente.
Biden pidió al Congreso el lunes que interviniera para evitar un paro ferroviario que causaría estragos en la frágil economía estadounidense al trastornar el transporte de combustibles, alimentos y otros bienes de consumo cruciales. La Cámara de Comercio, la Federación de Agricultores y otros grupos empresariales advirtieron que un paro del servicio ferroviario le costaría 2.000 millones de dólares diarios a la economía.
La medida obliga a compañías y trabajadores a acatar un arreglo alcanzado en septiembre, pero que fue rechazado por cuatro de los 12 sindicatos que representan a 100.000 trabajadores de las grandes empresas. Los trabajadores han amenazado con parar si no se alcanza un acuerdo antes del 9 de diciembre.
Legisladores de los dos partidos expresaron sus reservas a invalidar las negociaciones. La intervención fue particularmente difícil para los legisladores demócratas que se alinean tradicionalmente con los sindicatos políticamente poderosos, que criticaron la intervención de Biden en una disputa contractual para bloquear una huelga.
La presidenta de la cámara, Nancy Pelosi, agregó una segunda votación para agregar siete días de ausencia paga por enfermedad para los trabajadores cubiertos por el acuerdo. Ésta solo entrará en vigencia si la aprueba el Senado.
El pedido de los siete días adicionales fue una de las trabas mayores en las conversaciones. Las empresas dicen que en las negociaciones a lo largo de las décadas, los sindicatos siempre han aceptado abstenerse de pedir los días a cambio de mejores sueldos y beneficios por discapacidad.
El presidente de la cámara empresaria Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses dijo que se podrían agregar esos días en el futuro, pero que ese cambio debería aguardar a una nueva ronda de negociaciones y no agregarlo al cabo de tres años de conversaciones.
Los sindicatos dicen que las empresas pueden pagar fácilmente los días cuando están obteniendo ganancias récord. Varias de las empresas participantes en las negociaciones reportaron ganancias de más de 1.000 millones de dólares en el tercer trimestre.
Fuente: AP