La muerte de un bañista que apareció flotando el lunes en la orilla de un canal de un parque estatal en el noreste de Florida fue causada por el ataque de un caimán de 12 pies de largo, confirmaron las autoridades del condado de Volusia.
La autopsia realizada al cadáver de James Okkerse, de 61 años, confirmó que el hombre había muerto por el ataque de un caimán, según dijo al canal local WESH un portavoz de la Comisión para la Conservación de la Fauna y la Flora de Florida (FWCF).
Okkerse fue hallado ayer flotando boca abajo cerca de la orilla de una zona de baño en el popular parque público de Blue Spring State Park, unas 30 millas al norte de la ciudad de Orlando, después de que un amigo de la víctima alertara a las autoridades de su desaparición mientras nadaba.
Las autoridades lograron localizar y matar al gran reptil que ya había sido visto merodeando por la zona y suponía una amenaza para los visitantes del parque, muy popular en el condado de Orange por los manatíes que acuden a sus aguas templadas.
Al parecer, Okkerse, natural de Michigan, solía nadar en esta zona del parque desde hacía una veintena de años y se encontraba en excelente forma física.
El último ataque mortal que se produjo en Florida fue en el 2007, según las estadísticas del FWCF, que se extienden hasta 2015.
En agosto pasado, una mujer perdió uno de sus brazos en el río Wekiva, en la ciudad de Orlando, después de ser atacada por un caimán mientras nadaba.