La tragedia en la Bahía Biscayne ha cobrado una tercera vida. Ari Buchman, una niña de 10 años que se encontraba en estado crítico tras la colisión entre una barcaza y un velero de campamento de verano, falleció este domingo, según confirmaron su familia, el templo Menorah al que asistía y la Guardia Costera de EE. UU. Su muerte se produce una semana después del accidente que ya había dejado dos víctimas fatales.
Ari Buchman, descrita por el rabino de su familia como una «niña extraordinaria» y «un alma vieja que siempre ayudaba a los demás», murió en el Hospital Jackson Memorial rodeada de sus seres queridos. En un gesto de generosidad que el rabino Eliot Pearlson calificó como «lo que Ari hubiera hecho», su familia donó sus órganos, salvando tres vidas. El fallecimiento de Ari se suma a las muertes de Mila Yankelevich, de 7 años, y Erin Ko Han, de 13, quienes perecieron el mismo día del accidente.
La devastadora noticia ha golpeado profundamente a la comunidad de la vela. «Con el fallecimiento de un tercer joven marinero, toda la comunidad de la vela está destrozada por el dolor», expresó Lisa Mozloom, portavoz del Miami Yacht Club, del cual las niñas formaban parte.
Un padre en busca de justicia y respuestas
La tragedia se ha visto marcada por el dolor de las familias que claman por respuestas. Días antes del fallecimiento de Ari, Pil Jye Ko, padre de Erin Ko Han, se pronunció públicamente por primera vez, diciendo en una entrevista con Local 10 News que esperaba que todo fuera un sueño. «Que el hospital llamara y dijera: ‘Su hija está viva. Está bien’. Pero no, eso no pasó», lamentó el padre. «Necesito encontrar justicia. Necesito honrar a mi hija porque no puedo decir adiós como si nada (hubiera pasado). Necesito saber qué pasó», afirmó.
El accidente ocurrió el lunes 28 de julio, alrededor de las 11:15 a.m., cuando el velero con seis personas a bordo (cinco niñas y una consejera adulta) fue impactado por una barcaza entre Hibiscus Island y Monument Island. La fuerza del choque arrastró al velero bajo la barcaza, arrojando a todos al agua. A pesar de que todos llevaban chalecos salvavidas, las dos niñas iniciales murieron por ahogamiento accidental.
La investigación, liderada por la Guardia Costera y la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), sigue activa para determinar si el accidente pudo haberse evitado. Según un piloto de puerto de Miami consultado por CBS Miami, el capitán del remolcador que empujaba la barcaza podría haber tenido una visibilidad «muy pobre» y la falta de un vigía adecuado podría ser un factor de responsabilidad, un punto que será clave en la investigación.
De las seis personas a bordo, una niña de 8 años que también se encontraba en estado crítico fue dada de alta del hospital la semana pasada, mientras que una niña de 12 años y la consejera de 19 fueron rescatadas ilesas el día del accidente.