“Nosotros sabemos que el mundo musulmán es una cultura que tiene ciertas características como por ejemplo que los niños le pertenecen al padre, entonces cuando hay una madre occidental la situación de que Immad se haya llevado los chicos a Jordania, en cierta manera para él es algo prioritario y común, porque eso lo marca su cultura, los niños son del padre. Algo que yo no había tenido en cuenta antes de que ocurriera todo esto”.
“Mis hijos han sufrido mucho, muchísimo. La parte trágica la lleva siempre el niño y lo que debería ocurrir en el mundo hoy es que los gobiernos, las políticas internacionales estén abocadas a estas familias multiculturales y a poner un acuerdo como el que yo traté de hacer con Argentina y Jordania, un acuerdo donde los niños puedan gozar con protección y con todo lo que se debe de ambos padres más allá de las cuestiones personales de las culturas y de las religiones y demás”.