“Por primera vez desde que se instituyó el FCAT, no el examen sobre lectura y matemáticas estandarizado, se están elevando los estándares, es decir el examen este año es más difícil que el examen del año anterior, por eso es que se le está llamando FCAT versión 2.0”.
“Lo que debe ser igual es la preparación de los estudiantes, así que le pedimos, le sugerimos a los padres que esta semana los niños se despierten con suficiente tiempo para llegar a la escuela a la hora indicada, sin tener demasiada prisa, que desayunen, está comprobado a través de muchos estudios que tomar un examen con el estómago vacío pudiera afectar la actuación del estudiante. Tampoco desayunar opíparamente, pero si desayunar y que los padres no le pongan demasiada presión a los niños, ya los niños tienen cierto grado de nerviosismo, dependiendo del estudiante. Los padres deben hacer todo lo posible para no exacerbar esa situación”.
“La legislatura en la Florida hace muchos años decidió, durante la administración del gobernador Bush que hacía falta un examen estandarizado, porque muchos niños estaban egresando de nuestras escuelas sin saber leer, sin saber escribir, sin saber sumar y restar. Ahora, el argumento que usa el departamento de educación estatal es que no nos podemos conformar con estándares que se establecieron a principios de la última década, que tenemos que seguir exigiéndole más a nuestros hijos”.
“Nosotros aquí hemos abogado por un cambio en los estándares que sea más paulatino, que le de tiempo a los maestros y a los estudiantes de ajustarse y esas negociaciones continúan. Así que aunque el examen sin lugar a dudas es diferente, es más difícil este año, quizás en el proceso de calificar los exámenes logremos algún tipo de salvoconducto para aquellos estudiantes que hubiesen aprobado la versión del año pasado. Sin embargo nada de eso es garantizado, son conversaciones, son discusiones y todavía no hay nada en concreto”.