El presidente colombiano Gustavo Petro anunció el jueves que su gobierno ha suspendido la compra de armas a Israel después de que los palestinos dijeron que soldados israelíes les dispararon a personas que buscaban comida en Gaza, lo que marca un agudizamiento en las tensiones entre ambos países por la guerra entre Israel y Hamás.
Petro calificó las muertes de “genocidio” y culpó al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de la violencia en torno al convoy de ayuda. Las autoridades sanitarias de Gaza dicen que al menos 112 personas murieron, lo que eleva el número de víctimas mortales de la guerra a más de 30.000 personas. Israel dijo que muchos de los muertos fueron pisoteados en una caótica estampida por los alimentos.
Petro hizo su declaración meses después de que Israel suspendiera las exportaciones de materiales de seguridad a Colombia, en una disputa diplomática por unos mensajes en internet del presidente colombiano en los que comparaba el asedio israelí a Gaza con las acciones de la Alemania nazi.
“Pidiendo comida, mas de 100 palestinos fueron asesinados por Netanyahu”, dijo Petro en una publicación en la red social X. “Esto se llama genocidio y recuerda el Hocausto así a los poderes mundiales no les guste reconocerlo. El mundo debe bloquear a Netanyahu. Colombia suspende toda compra de armas a Israel”.
Bogotá ha sido un aliado clave de Washington durante años y uno de los socios más estrechos de Israel en América Latina. Las relaciones con Israel y Estados Unidos se han enfriado desde que Petro fue elegido en 2022 —el primer presidente de izquierda del país—, aunque el gobierno colombiano y el estadounidense han conservado la relación bilateral en términos relativamente buenos a pesar de las diferencias sobre Venezuela y la política antinarcóticos de la Casa Blanca.
Colombia utiliza aviones de guerra y ametralladoras de fabricación israelí para luchar contra los cárteles de la droga y los grupos insurgentes, y ambos países firmaron un acuerdo de libre comercio en 2020.
Bogotá estrechó sus lazos militares con Israel a finales de la década de 1980 con la compra de un grupo de cazas Kfir dotados de bombas guiadas por láser. Las fuerzas aéreas colombianas los utilizaron en numerosos ataques contra campamentos guerrilleros remotos que debilitaron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y contribuyeron a que ese grupo entablara conversaciones de paz, las cuales desembocaron en su desarme en 2016.
Semanas después del ataque de Hamás del 7 de octubre contra el sur de Israel que desencadenó la actual guerra en Gaza y en el que murieron unas 1.200 personas, Petro también retiró al embajador colombiano en Israel y criticó la ofensiva militar del país.
Desde que comenzó el conflicto, Colombia ha repatriado a más de 300 de sus ciudadanos en vuelos humanitarios. Uno de sus aviones de la fuerza aérea también transportó ayuda humanitaria a Egipto para entregarla a la población palestina.
Fuente: AP