El coronel (r) Evelio Otero, ex jefe de Operaciones de Inteligencia del Comando Central de Estados Unidos en Irak y Afganistán, sintetizó la postura de Washington frente a las redes delictivas que operan en América Latina: una política explícita de confrontación cuando esas redes se configuran como estructuras con carácter terrorista.
“Cuando tú eres terrorista, te vamos a acabar. Aquí no hay discusión, no hay diálogo, no hay oportunidad”, afirmó Otero, subrayando la determinación estratégica que, a su juicio, guía la actual respuesta estadounidense.
Del Narcotráfico al Narcoterrorismo
El analista explicó la diferencia práctica que justifica la ruptura de la línea tradicional entre crimen económico y amenaza terrorista:
- Intencionalidad política y social: Las organizaciones que no solo trafican sino que planifican la penetración y la erosión de sectores sociales son tratadas como actores con intencionalidad política y estratégica.
- Escala y profesionalización: Se trata de estructuras con logísticas, financiación y objetivos políticos que trascienden el puro beneficio económico.
- Respuesta militar-política: Cuando un actor es catalogado como terrorista, la gama de respuestas que se consideran legítimas se amplía —en opinión de Otero— hacia medidas de eliminación o neutralización directa, bajo una política de “no negociación”.
Sobre el despliegue del USS Gerald R. Ford y su grupo de combate en la región, Otero enfatizó el carácter disuasorio y operativo de esa presencia naval. Explicó que un portaaviones no es solo una plataforma aérea, sino un centro de capacidades vastas que envía un mensaje político contundente: la capacidad de reacción y de proyección es inmediata.