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Cierra polémico centro de detención de menores indocumentados en Homestead, en el sur de Florida

por actualidad

MIAMI.- No habrá renovación de contrato para el Centro de Detención de Menores de Homestead que albergó a miles de niños inmigrantes desde 2018, informó el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU.

La agencia federal dijo el lunes, 28 de octubre, que no renovará el contrato a la compañía que opera el refugio temporal en la ciudad de Homestead , ubicada a 43 millas al sur de Miami Beach, según reportes del canal de televisión Local 10.

La agencia en un informe explicó que las últimas 1.200 camas fueron reducidas a cero y los trabajadores que operaban la institución despedidos. Así cerró el centro que en su momento con más de 3.200 menores fuera la mayor instalación de este tipo del país.

Varios candidatos demócratas visitaron las instalaciones en diferentes ocasiones y criticaron duramente a la administración del presidente Donald Trump por mantener a los niños en un pequeño centro de detención dirigido por una compañía vinculada al exjefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly.

La representante demócrata Rosa DeLauro, al centro, tras inspeccionar el Centro de detención para niños no acompañados en Homestead, el lunes 15 de julio del 2019.
La representante demócrata Rosa DeLauro, al centro, tras inspeccionar el Centro de detención para niños no acompañados en Homestead, el lunes 15 de julio del 2019.

Incluso, a principio del corriente año, Comprehensive Health Services Inc. había obtenido un contrato por 341 millones de dólares para administrar el centro sin licitación.

«Me alivia escuchar que la administración Trump está cerrando otro campo de detención infantil con fines de lucro, gracias a la presión de los demócratas en el Congreso, especialmente los miembros del sur de Florida, y la comunidad de defensa de inmigrantes», declaró Debbie Wasserman Schultz, representante federal demócrata por la Florida en un comunicado.

En el pasado mes de junio, tras la presión demócrata, el Departamento de Salud y Servicios Humanos agilizó el proceso para enviar a niños migrantes a vivir con familiares radicados en Estados Unidos al eliminar un requisito de huellas dactilares para estos familiares. También dejó de pedir revisiones universales de posible abuso y negligencia infantil a menos que haya preocupaciones especiales.

Los candidatos republicanos Bernie Sanders y Elizabeth Warren hicieron campaña frente al centro y criticaron la política del gobierno del presidente Trump en cuestiones migratorias, cuando visitaban la ciudad para un debate presidencial.

A principios de año, una delegación con miembros de la subcomisión de Trabajo, Salud y Servicios Humanos y Educación de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara baja inspeccionó las instalaciones y dijo que los niños estaban en «condiciones infrahumanas».

«Esta abominación con fines de lucro nunca debería haberse abierto”, sostuvo Wasserman Schultz .

Según la legisladora, “dirigir millones de dólares de los contribuyentes a una instalación mal regulada y con personal inadecuado fue cruel e irresponsable, sin mencionar que éticamente era preocupante, dado que John Kelly, miembro de la Junta Directiva de Caliburn International, la empresa que explotaba el centro, había sido jefe de gabinete del presidente Donald Trump.

El Gobierno le pagaba a la empresa administradora del refugio (Comprehensive Health Services LL.C es subsidiaria de Caliburn International) 750 dólares mensuales por menor detenido.

La representante demócrata por el distrito 27 Donna Shalala y otros representantes liberales visitaron por primera vez el polémico lugar el pasado mes de febrero. Pero cuando intentaron regresar en abril, no se les permitió la entrada. Tenían la intención de supervisar el centro y comprobar la función del Departamento de Salud.

Precisamente en abril el refugio sufrió una expansión al pasar de 2.350 a 3.200 camas. La segunda ampliación, en lo que iba de 2019.

«Cuando visitamos las instalaciones antes de dicha expansión», aseguraron las congresistas demócratas, «vimos a los niños viviendo en algo parecido a una prisión, con recursos educativos inadecuados y sin intérpretes. Los chicos estaban apiñados en cuartos con cientos de camas y carpas».

Ante la imposibilidad de entrar al centro en abril, los legisladores advirtieron en una carta que «la salud y el bienestar de los menores detenidos y la integridad del Departamento de Salud se han puesto en riesgo por la manera como se trata a esos niños en refugio y por la forma en que se obtuvieron los fondos para el mismo».

Después de esta tensa lucha, Wasserman Schultz aseguró que “continuará monitoreando la instalación para asegurarse de que permanezca cerrada».

«También continuaré impulsando una legislación que acelere la reunificación familiar y la colocación de patrocinadores», expresó la legisladora demócrata.

«Esta es una buena noticia hoy, pero la lucha para responsabilizar a esta administración por su brutal agenda antiinmigrante continúa», concluyó.

 

 

Fuente: DLA

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