“El secretario general Insulza ha tomado, como debe hacerlo el secretario general, las bases de la Carta de la Organización de Estados Americanos que en su artículo 51 establece que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un órgano principal de la OEA. Esta improvisación, una vez más de tratar de utilizar el sistema internacional al capricho de un régimen es un efecto sumamente negativo porque no solamente le ha pedido al Consejo de Estado que estudie la salida, sino que además de eso la Asamblea Nacional ya se ha pronunciado”.
“Aún con la hipótesis de argumentar como lo ha hecho en otras ocasiones que la sacrosanta soberanía nacional o que las disposiciones del Tribunal Supremo de Justicia pudiera también alegar que Venezuela no va a cumplir, estaría incumpliendo la Constitución Bolivariana, en su preámbulo coloca la preminencia de los derechos humanos, inclusive tiene todo un título, el título tercero entre los artículos 19 y 31 consagrados al cumplimiento de los mecanismos internacionales del sistema de protección”.
“Pero no basta tampoco con salir de la Comisión, tendría que salir también de la Corte, del Tribunal de San José, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero aún si se saliera de la Comisión de la Corte Interamericana y de la Organización de Estados Americanos para acompañar a Cuba en su especie de laberinto solitario, tampoco puede Venezuela salirse de los compromisos de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, es decir, podría seguir extendiéndome con los dos pactos universales de derechos humanos, que Venezuela también es miembro. En el siglo 21 se ha conseguido consolidar un círculo virtuoso de los derechos humanos, el siglo 21 es el siglo de los derechos humanos, y no es el capricho de un gobernante que puede sacarlo de esos compromisos, porque como bien señala el secretarios general, es una de las funciones el aceptar las bases de la Organización de Estados Americanos”.
“Es realmente una barbaridad lo que ha aprobado la Asamblea Nacional y estos 200 académicos tienen toda la razón que el consejo de estado podría tratar de salvar el ridículo y el aislamiento de Venezuela de un compromiso que es exigible a Venezuela y a todos los miembros de este organismo”.