En un comunicado, Fundamedios dijo que esta decisión obedece a que ha divulgado contenidos de los blogs de opinión Estadodepropaganda.com y SentidoComunEcuador.com, de los periodistas Roberto Aguilar y José Hernández, respectivamente.
Aunque la Secom no se ha pronunciado sobre este asunto, según Fundamedios, el organismo gubernamental considera que «ha difundido mensajes, alertas y ensayos con indiscutibles tintes políticos que dejan clara la posición de esta organización social cuyo ámbito de acción debería desenvolverse en relación con la comunicación social y al periodismo».
La resolución notificada a Fundamedios, que, según sus estatutos, promueve el desarrollo social en todos los ámbitos a través de los medios de comunicación, le da un plazo de diez días a la ONG para preparar su defensa dentro del proceso administrativo.
La ONG señala que en junio la Secom le «conminó» a cumplir «con la normativa jurídica vigente y con las normas de su propio estatuto» por considerar que la difusión de «alertas, mensajes y ensayos» llevada a cabo por esa fundación evidenciaba «posiciones de carácter netamente político y atentatorias al desarrollo social«.
Fundamedios recuerda que en enero de 2014 la Secom se convirtió en ente de control y regulación de esa entidad y que entonces «ya advirtió que su control administrativo pasó a manos de su principal agresor«.
La ONG ecuatoriana tiene 10 días para preparar su defensa
Apenas conoció la decisión, el director de Fundamedios, César Ricaurte, calificó la decisión como «una especie de crónica de una muerte anunciada» y argumentó que «esto ya se había advertido cuando nos pasaron (el control sobre la fundación) a la Secom, cuando dijimos que nos habían servido en bandeja de plata».
Ricaurte aseguró que en el informe al que hace referencia la Secom para tomar esta decisión se asegura que se puso en duda el trabajo de Fundamedios por la difusión de los blogs de los periodistas José Hernández y Roberto Aguilar. Según el Gobierno, explica Ricaurte, esto habría llevado a violar el artículo 6 de su propio reglamento, que prohíbe que se haga política partidista.