El cardenal de Nueva York Timothy Dolan espera que su visita a Cuba ayude a construir los puentes que el pueblo isleño y el estadounidense necesitan más allá de las tensiones entre ambos gobiernos.
Dolan, invitado a la isla por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, llegó el viernes pasado y realizó actividades litúrgicas en las provincias de Camagüey y Santiago, en el centro y el oriente del país. El lunes presidió una misa en la catedral de La Habana.
“Deseo enfatizar que somos vecinos y que los gobiernos tienen tensiones, pero los pueblos se aman”, dijo Dolan a The Associated Press luego de la ceremonia religiosa a la cual asistieron altos funcionarios del Partido Comunista y de la Cancillería.
“Ellos esperan puentes en vez de muros, ellos esperan por reconciliación”, agregó. “Quizás en una manera muy modesta mi visita enfatiza lo anterior, porque vengo a traer amor y respeto del pueblo norteamericano al pueblo cubano”.
Dolan estuvo acompañado por su colega Juan García, quien fue nombrado cardenal a finales del año pasado tras la muerte de Jaime Ortega en julio de 2019. Este último encabezó el acercamiento entre La Habana y Washington tras décadas de enfrentamientos, y en 2014 fungió de intermediario para el deshielo entre ambos gobiernos, que alcanzó su momento más destacado cuando el presidente Barack Obama visitó Cuba en 2016.
Sin embargo, en un giro drástico, el actual titular de la Casa Blanca, Donald Trump, endureció las sanciones contra la isla, asfixiándola económicamente para lograr un cambio de modelo político.
Trump limitó los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba, prohibió el arribo de cruceros, recortó los vuelos comerciales y los fletados, retiró a decenas de sus diplomáticos y comenzó a perseguir con tal fuerza las operaciones financieras de la isla que incluso sancionó a las navieras que traían petróleo.
La arquidiócesis de Nueva York, una de las más poderosas de Estados Unidos, indicó en días previos que la visita se desarrollaba luego de la invitación de Díaz-Canel a Dolan, por lo que se estima que éste será recibido en el Palacio de la Revolución antes de su regreso el 12 de febrero.
Durante la misa en la catedral, Dolan habló en español y en ocasiones con un traductor, aceptó bromas de García, cantó y se tomó fotos con los religiosos y religiosas cubanas.
Se acercó también a saludar a Caridad Diego, la encargada de asuntos religiosos del Partido Comunista, y a Carlos Fernández de Cossío, que encabeza la Dirección General de Estados Unidos en la cancillería cubana, a quienes agradeció desde el púlpito por la invitación.
Octavio Cisneros, obispo de Brooklyn de origen cubano, acompaña a Dolan en el viaje, así como otros miembros de la jerarquía católica de Estados Unidos.
A diferencia de otras naciones del continente, la religión predominante en Cuba es la santería y también otras de origen africano, pero la Iglesia católica tiene una coordinación nacional, un papel histórico e influencia internacional.
Fuente: AP
