Así lo revela un informe del Centro de Servicios de Salud Mental de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental «Hay tratamiento efectivo disponible, pero los padres, maestros y todos los miembros preocupados de la comunidad deben trabajar para garantizar que los adolescentes que lo necesiten reciban ayuda».
Esos jóvenes se sienten deprimidos y pierden interés en las actividades durante al menos dos semanas. También podrían tener problemas para dormir, comer o concentrarse, explicó la agencia.
La tasa general de depresión entre los jóvenes aumentó a un 11 por ciento entre 2013 y 2014, frente a un 9.9 por ciento en el año anterior, encontró el informe.
Las tasas de episodios de depresión mayor entre los jóvenes de 12 a 17 años fueron más altas en Oregón, con un promedio anual del 14.6 por ciento.
Otros estados con una prevalencia más alta de depresión incluyeron a Arizona, Indiana, Maine, New Hampshire, Rhode Island, Utah, Virginia, el estado de Washington y Wisconsin.