SAO PAULO (AP) — Las compañías en Brasil deberán responder en lo sucesivo por sobornos pagados por sus empleados y por actos de corrupción que afecten a funcionarios públicos tanto brasileños como extranjeros, de acuerdo con la ley anticorrupción que entró en vigencia el miércoles.
Bajo la nueva ley, que la presidenta Dilma Rousseff sancionó el año pasado, las compañías que hagan negocios en el país más grande de Sudamérica deberán responder si se las halla culpables de sobornar a funcionarios, sean brasileños o extranjeros. Bajo las leyes anteriores solo se podía juzgar a individuos por sobornos y corrupción.
Las compañías que paguen sobornos pueden ser multadas por hasta el 20% de sus ingresos brutos anuales, hasta un máximo de 60 millones de reales (25.000 dólares). También se les puede confiscar bienes y obligar a retirarse del país.
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