Por JUAN ZAMORANO, Associated Press
PANAMÁ (AP) — Pregona que es un afortunado y tiene mucho de razón en eso. Cuando parecía que su carrera llegaba al ocaso después de algunos fiascos y escándalos tras alcanzar la clasificación mundialista de Colombia y Ecuador, Hernán Darío Gómez sumó otro hito histórico al guiar a Panamá a su primera Copa del Mundo.
El “Bolillo” Gómez se embarca a su tercera cita mundialista como técnico luego del inédito pase de la selección panameña al Mundial de Rusia, una hazaña que se logró en medio de una relación de amor y odio entre el estratega colombiano y sectores de la prensa local que aún persiste.
“Volver a un mundial como director técnico de la selección de Panamá es un sueño, es algo que no se puede descifrar”, expresó Gómez en una reciente entrevista con The Associated Press. “Para mí es lo máximo que estoy viviendo en mi vida”.
Gómez, 62 años, estableció algunos hitos con los panameños: es el primer técnico en clasificar a dos países por primera vez a un Mundial, después de lograrlo con Ecuador, al que llevó a Corea-Japón 2002, y el segundo entrenador que dirigirá a al menos tres selecciones diferentes en dicha cita, ya que también fue el estratega del equipo de su país en Francia 1998.
Asistente del técnico Francisco Maturana con Colombia en los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994, Gómez tiene una tarea pendiente como timonel en la máxima cita del fútbol, aunque asoma muy complicada en Rusia: sobrevivir a la primera ronda.
Panamá quedó en una zona en la que se medirá contra Bélgica e Inglaterra, además de Túnez.
Pensar que hasta hacen pocos años algunos daban por concluida la carrera del temperamental técnico de Medellín a nivel de selecciones debido a lo mal que le fue con Guatemala a las puertas de las eliminatorias del 2010 y a un escándalo extra futbolístico que lo llevó a renunciar a las riendas de Colombia en 2011.
Gómez dimitió dos años después de haber sido contratado para dirigir a Guatemala en 2006 tras una serie de reveses, en lo que representó un fiasco en su primer experimento en Centroamérica. Después, estando al frente de Colombia, se vio obligado a renunciar luego de que una mujer denunció que el timonel, en tragos, la agredió físicamente en las afueras de un bar.
El bochorno se diluyó en los medios con el paso del tiempo, hasta que volvió a la palestra en diciembre pasado cuando agrupaciones feministas protestaran por una condecoración otorgada a Gómez en Medellín, en que se lo declaró “hijo ilustre”.
Panamá aún se lamía de las heridas por haber dejado escapar la oportunidad de ir a un repechaje en la última fecha de las eliminatorias al Mundial del 2014, cuando el técnico colombiano fue presentado como su nuevo estratega, con miras al camino hacia Rusia.
Los panameños debutaron con una victoria en Honduras en el inicio de la ronda final, un buen presagio para unos canaleros que se mantuvieron en zona de clasificación directa o cerca a lo largo del proceso. Sin embargo, al “Bolillo” le comenzaron a caer palos desde un sector de la prensa que cuestionaba sus convocatorias, que lo acusaba de trabajar poco y de que no daba seguimiento a algunos potenciales jugadores. Se enfrascó en agrias discusiones con algunos periodistas, a los que trató de ignorantes y marginó de entrevistas.
“Acá en Panamá no ha hecho el trabajo que muchos esperaban”, dijo el comentarista y narrador Julio Shebelut a los medios durante las eliminatorias. “Si se hace una encuesta y se le pregunta a 10 hinchas si quieren que Bolillo siga, ocho o nueve te dicen que no”.
Gómez no innovó en Panamá y apeló a varios jugadores que disputaron las últimas tres –algunos cuatro– eliminatorias mundialistas: Jaime Penedo, Felipe Baloy, Román Torres, Gabriel Gómez, Luis Tejada y Blas Pérez.
Algunos pilares de la selección, como Torres, consideran que la experiencia mundialista del colombiano fue positiva para el equipo, que ya venía dando importantes progresos en el fútbol regional.
“Es un técnico que siempre habla la realidad, siempre es sincero con los jugadores; es un amigo porque él fue un jugador también”, afirmó Torres, el central y capitán que metió el gol de la victoria sobre Costa Rica en la última fecha de la eliminatoria que depositó a Panamá en Rusia.
“Esa química entre los jugadores y el técnico fue muy buena”, añadió en una entrevista con AP.
Gómez les habló duro a los jugadores en momentos decisivos, como en el intermedio del partido contra Costa Rica, de la última fecha, cuando perdía 1-0. Esa noche Panamá reaccionó con dos goles en el complemento para el triunfo que, sumado al revés de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, le dio el tercer pase directo a Rusia.
“Para lo que lo trajeron, cumplió”, dijo a la AP el ex jugador de la selección panameña Percival Piggott. “Que su método de trabajo puede gustarte o no, eso es otra cosa”.
Aludió a que Gómez no les dio cabida a jugadores buenos del torneo local y a su negativa de ignorar al portero Luis Mejía, quien milita con el Nacional de Uruguay y se le considera el mejor del momento en su puesto.
Pero Gómez se sigue defendiendo y contraataca a sus más duros críticos acusándolos de haber disfrutado de los traspiés de la selección, incluso, de haber deseado su eliminación.
“Le exigen más de la cuenta”, se quejó Gómez en la entrevista. “A veces veo periodistas que se sienten alemanes, que se sienten brasileños… con una exigencia ridícula. No han comprendido que somos primerizos y muy jóvenes, que el fútbol ha progresado pero que aún le falta mucho. Están queriendo compararnos con equipos que ya tienen mucha historia en el Mundial y aprovechan eso para dañar el ambiente”.
Gómez no pudo avanzar con Colombia y Ecuador a la segunda fase en Francia y Corea-Japón, respectivamente, pero se apuntó dos victorias: la de Colombia sobre Túnez 1-0 y la de Ecuador ante Croacia, por igual marcador.
El estratega no quiere que los panameños se hagan demasiadas ilusiones. Dice que a pesar de que Ecuador no había logrado ir a un Mundial era un país con más historia en el fútbol y que terminó segundo después de Argentina en la eliminatoria mundialista del 2002.
“Panamá es muy nuevo futbolísticamente hablando”, dijo. Pero “va a ser muy lindo, va a ser muy provechoso; vamos a crecer lo que más podamos, dentro del conocimiento de lo que es un mundial y salir muy dignos de él”.