El presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador sostuvieron el martes una conversación telefónica en momentos en que un alto número de migrantes venezolanos llegan a la frontera entre México y Estados Unidos.
El gobierno de Biden anunció la semana pasada que aceptaría hasta 24.000 migrantes venezolanos en los aeropuertos de Estados Unidos. México, por su parte, ha accedido a recibir a los venezolanos que ingresen ilegalmente a territorio estadounidense por vía terrestre y sean expulsados.
Pero al mismo tiempo, Biden está restringiendo los viajes de venezolanos hacia Estados Unidos con la ayuda de una orden de la era de su predecesor Donald Trump conocida como Título 42, la cual suspende los derechos para solicitar asilo consagrados en las leyes nacionales e internacionales con el argumento de evitar la propagación del COVID-19.
La Casa Blanca señaló en un comunicado que los presidentes discutieron “las labores conjuntas de gestión migratoria, incluyendo las acciones para reducir el número de individuos que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, y para expandir los recursos legales como una alternativa a la migración irregular”.
Después de la llamada telefónica, López Obrador señaló en Twitter que Biden confirmó que viajará a México para una cumbre de mandatarios de Norteamérica, un encuentro presencial al que el primer ministro de Canadá Justin Trudeau también tiene previsto asistir. Aún no se establece una fecha para la cumbre. Los tres gobernantes se reunieron el año pasado en Washington, reanudando una tradición que quedó suspendida durante el gobierno del presidente Trump.
Horas antes el martes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló que ambos gobiernos “elaboraban planes para la próxima cumbre de líderes de Norteamérica”.
“Tuvimos una cordial conversación con el presidente Joe Biden sobre migración, seguridad y cooperación para el desarrollo”, tuiteó López Obrador.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, añadió en su cuenta en la red social que “fue una conversación muy afectuosa y cercana”.
De acuerdo a las restricciones del Título 42, el gobierno de Biden no admite a los venezolanos que crucen la frontera a pie o nadando. Cualquier venezolano que ingrese ilegalmente a México o Panamá también es inelegible para entrar en Estados Unidos según los términos de la nueva oferta.
El gobierno de Biden recurre al Título 42 pese a que había rechazado muchas de las medidas de Trump dirigidas a evitar el flujo de migrantes hacia el país. El gobierno de Biden incluso había concretado un acuerdo para enviar a los venezolanos a México, que ya había aceptado recibir a los migrantes expulsados en virtud del Título 42 que fueran de Guatemala, Honduras o El Salvador.
En tanto, los abogados del Departamento de Justicia continúan con su apelación a una decisión judicial que ha mantenido en vigor el Título 42. Se oponen a los fiscales generales de más de 20 estados, quienes han argumentado que la medida “es la única válvula de seguridad que evita que las desastrosas políticas de control fronterizo de este gobierno se vuelvan una verdadera catástrofe”.
Durante agosto, los venezolanos rebasaron a los guatemaltecos y los hondureños para convertirse en la segunda nacionalidad con más detenciones en la frontera de Estados Unidos, sólo detrás de los mexicanos.
Alrededor de 6,8 millones de venezolanos han salido de su país desde que la economía se desplomó en 2014, dirigiéndose principalmente hacia otras naciones de Latinoamérica y el Caribe. Pero la relativa fortaleza de la economía estadounidense desde la pandemia del COVID-19 ha llevado a algunos venezolanos a contemplar el viaje hacia el norte. Además, las políticas estadounidenses y la relación distante con el gobierno de Venezuela hacen que sea sumamente complicado enviar a los venezolanos de regreso a su país.
La Casa Blanca señaló que Biden y López Obrador también hablaron sobre las labores conjuntas para combatir el tráfico de fentanilo y los esfuerzos para procesar a los traficantes de armas de fuego. El Congreso de Estados Unidos aprobó hace unos meses una iniciativa que le otorga al Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos nuevas facultades para combatir el tráfico de armas de fuego a lo largo de las fronteras del país.
Fuente: AP