El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició el viernes una gira por Asia que estará centrada en el sector tecnológico estadounidense. Más tarde en el día, visitará una planta de chips informáticos de Samsung que servirá de modelo para una fábrica de semiconductores de 17.000 millones de dólares que la empresa surcoreana está construyendo a las afueras de Austin, Texas.
La visita es también un guiño a una de las principales prioridades de su agencia nacional: incrementar el suministro de chips informáticos. El año pasado, la escasez de semiconductores afectó a la disponibilidad de vehículos, electrodomésticos y otros productos. Esto impulsó la inflación, que a su vez ha mermado la aprobación pública de Biden y llevó a su gobierno a centrarse en incrementar la fabricación nacional.
Biden abordará también una multitud de asuntos de política exterior durante su visita de seis días a Corea del Sur y Japón, que tendrá un itinerario claramente pensado para atender a las preocupaciones de su país.
Durante el viaje a bordo del Air Force One, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que la inversión de Samsung en Texas significará “empleos bien remunerados para los estadounidenses y, lo que es muy importante, supondrá una mayor resistencia de la cadena de suministros».
En la planta, Biden será recibido por el nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y por el vicepresidente de Samsung Electronics, Lee Jae-yong. Yoon es un recién llegado a la política que asumió la presidencia, su primer cargo electo, hace poco más de una semana. Durante la campaña, Yoon defendió asumir una postura más firme contra Corea del Norte y reforzar la alianza forjada hace 70 años con Estados Unidos.
Parte de la escasez de chips informáticos es el resultado de la fuerte demanda luego de que gran parte del mundo haya empezado a superar la pandemia de coronavirus. Pero los brotes de COVID-19, entre otros problemas, causaron el cierre de plantas de semiconductores. Funcionarios estadounidenses estimaron que la producción no alcanzará los niveles deseados hasta principios de 2023.
Más del 75% de la producción mundial de chips procede de Asia.
El riesgo de una agresión de China contra Taiwán podría cortar el flujo de semiconductores de alta gama necesarios para los equipos militares estadounidenses así como para bienes de consumo. Además, las pruebas de misiles balísticos de la hermética Corea del Norte en pleno brote de coronavirus suponen un posible riesgo para el sector manufacturero del Sur en caso de que aumenten las hostilidades.
Fuente: AP