WILMINGTON, Delaware, EE.UU (AP) — El presidente electo Joe Biden se reunió el jueves con gobernadores de ambos partidos y criticó el intento sin precedentes del mandatario Donald Trump de bloquear una transición pacífica de poder en la Casa Blanca, señalando que ello ha obstaculizado el flujo de información sobre programas para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
“Desafortunadamente, mi administración no ha podido recibir todo lo que necesitamos”, dijo Biden durante una videoconferencia con líderes de la Asociación Nacional de Gobernadores, grupo integrado por cinco republicanos y cuatro demócratas.
Sus declaraciones resaltan lo que está en riesgo por el rechazo del gobierno de Trump a dar inicio a una transferencia formal del poder al equipo de Biden. Además de ser un pilar de la democracia estadounidense, el hecho tiene mayor relevancia este año porque Biden heredará la responsabilidad de lidiar con la peor crisis de salud pública en un siglo. Al presidente electo también se le ha negado acceso a otra información crucial, incluyendo los reportes de seguridad nacional.
En su participación desde un teatro en Wilmington, Delaware, y acompañado de la vicepresidenta electa Kamala Harris, Biden hizo mención específica de la Operación Velocidad Warp, una alianza del gobierno federal con compañías farmacéuticas para el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19.
“No hemos podido ingresar a la Operación Velocidad Warp, pero tomaremos lo que aprendimos hoy y lo incluiremos en nuestro plan”, dijo Biden en declaraciones al finalizar el encuentro, que incluyó a los republicanos Larry Hogan de Maryland, Asa Hutchinson de Arkansas, Kay Ivey de Alabama, Charlie Baker de Massachusetts y Gary Herbert de Utah.
Posteriormente, Biden habló sobre la distribución de la vacuna una vez que esté lista, diciendo: “Tienen que establecerse prioridades».
“Es por eso que me gustaría saber exactamente lo que este gobierno tiene en mente en términos de su Operación Velocidad Warp y cómo la planean”, dijo sobre la Casa Blanca de Trump. “Y de eso fue de lo que hablamos hoy con los gobernadores. Todos mencionaron la necesidad de enfocarnos en las comunidades que han quedado rezagadas”.
A pesar de que advirtió sobre la gravedad de la situación, Biden reiteró sus llamados previos a no implementar un cierre nacional para frenar la propagación del virus, y repitió que se podrían salvar miles de vidas si más estados imponen una orden de uso obligatorio de mascarillas.
En una reunión informativa de una hora del grupo de trabajo de la Casa Blanca contra el coronavirus, que también se llevó a cabo el jueves, no se mencionó al gobierno entrante ni el rechazo de Trump a coordinarse con Biden sobre los planes para distribuir las eventuales vacunas.
Pero en dicha reunión sí se reforzó el mensaje que Biden le ha dado al pueblo estadounidense, incluyendo advertencias de que se avecina un “oscuro invierno” al incrementarse los casos en todo el país. La coordinadora del grupo de trabajo, la doctora Deborah Brix, hizo sonar la alarma sobre la tasa de nuevas infecciones, la cual es mayor al repunte del verano pasado e incluso que el brote inicial de la primavera.
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Weissert reportó desde Washington. El periodista de The Associated Press Zeke Miller contribuyó con este despacho desde esa misma ciudad.