Varias fuentes del Congreso de Estados Unidos anticiparon la decisión del presidente Barack Obama, que eligió a Merrick Garland como el candidato que debe reemplazar en la Corte Suprema al fallecido Antonin Scalia.
Nacido en Chicago (Illinois), Garland tiene experiencia en el sector privado y público. Desde 1994 hasta su nombramiento como juez, fue vicefiscal general y se encargó de supervisar el enjuiciamiento de los autores del brutal atentado de 1995 en Oklahoma City, en el que murieron 168 personas.
En general, la Corte Suprema cuenta con nueve jueces, pero desde la repentina muerte del magistrado conservador el 13 de febrero, el máximo tribunal funciona con ocho jueces: cuatro nombrados por presidentes republicanos y cuatro designados por demócratas.
De ahí la importancia de la elección de su sucesor que podría inclinar la balanza, mientras que la Corte Suprema pronto debe decidir espinosos temas como asuntos referidos al aborto y la inmigración.
La intención de Obama de designar a un sucesor de Scalia enfrenta dificultades en el Congreso, donde los republicanos ya amenazaron con bloquear cualquier propuesta. El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ha reiterado enfáticamente que el cuerpo no considerará la candidatura de nadie designado por el presidente demócrata.
Obama ya nombró a dos juezas para la Suprema Corte, Elena Kagan y Sonia Sotomayor, ambas consideradas liberales.
Scalia, nombrado en 1986 por el entonces presidente Ronald Reagan, falleció inesperadamente de un ataque al corazón, a los 79 años, en Texas , 11 meses antes del fin del mandato presidencial de Obama.