Un plan para crear un consejo presidencial de transición en Haití está avanzando después de que una mayoría de partidos y coaliciones presentaron los nombres de los encargados de encontrar nuevos líderes para el país, dijeron el jueves funcionarios caribeños.
Los nombres fueron proporcionados a la Comunidad del Caribe (Caricom), un organismo regional que está ayudando a la transición.
“Ahora todo depende de los haitianos, ya que ellos son los que quieren una solución liderada por los haitianos”, dijo a The Associated Press el ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Ramdin. “Les corresponde a ellos tomar la pelota y correr con ella, ser responsables de su propio destino”.
Ramdin habló un día después de que políticos haitianos y personajes influyentes discutieran públicamente sobre el plan y qué nombres presentar, aparentemente poniendo en riesgo la creación del consejo.
Los gobernantes caribeños habían anunciado planes para crear el consejo después de reunirse el lunes en Jamaica a puerta cerrada con funcionarios, incluido el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Poco después de la reunión, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, se comprometió a dimitir una vez creado el consejo.
El consejo será responsable de elegir un primer ministro interino y un consejo de ministros, además de ayudar a organizar elecciones generales, que no se han llevado a cabo en casi una década.
“Esperamos que esto sea un gran avance para Haití”, declaró Ramdin.
Dijo que los funcionarios de la Caricom se reunieron el miércoles por la noche para ponerse al día sobre la situación.
Los nombres no se han hecho públicos, aunque un alto funcionario caribeño no autorizado a hablar con los medios de comunicación dijo a la AP que el grupo del Acuerdo del 21 de diciembre, que respalda al actual primer ministro, no ha presentado ningún nombre.
Por su parte, Jean-Charles Moïse, que encabeza el partido Petit Desalin y se ha aliado con el exlíder rebelde Guy Philippe —que ha sido declarado culpable de blanqueo de dinero—, anunció el miércoles que su partido no se unirá al consejo a pesar de que se le ofreció un puesto con derecho a voto.
Los otros a los que se ha concedido un puesto en el consejo son EDE/RED, un partido dirigido por el ex primer ministro Claude Joseph; el Acuerdo de Montana, un grupo de líderes de la sociedad civil, partidos políticos y otros; Fanmi Lavalas, el partido del ex presidente Jean-Bertrand Aristide; el Colectivo 30 de Enero, que representa a partidos como el del expresidente Michel Martelly; y el sector privado.
De los dos puestos restantes sin derecho a voto, uno sería para un miembro de la sociedad civil de Haití y el otro para su sector religioso.
No quedó claro de momento qué ocurriría con el cargo rechazado por Moïse y su partido.
El vocero de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, dijo el jueves que la enviada especial de la ONU para Haití, María Isabel Salvador, permanece en contacto con muchos representantes políticos y de la sociedad civil que son cruciales, y les está “alentando a actuar en el mejor interés del pueblo de Haití para solucionar esta crisis lo más pronto posible”.
La capital haitiana y otras zonas están cada vez más invadidas por poderosas pandillas que controlan cerca del 80% de la capital, Puerto Príncipe.
El 29 de febrero, hombres armados lanzaron una serie de ataques contra instituciones estatales clave, incluidas comisarías de policía, el principal aeropuerto internacional y las dos mayores prisiones de Haití, donde fueron liberados más de 4.000 reclusos. Gran cantidad de personas han muerto en los ataques, y más de 15.000 se han quedado sin hogar.
La violencia se ha aplacado relativamente, aunque el jueves se registró un incendio en la Penitenciaría Nacional del centro de Puerto Príncipe, una de las dos cárceles que fueron atacadas hace más de una semana. No estaba claro de momento si hubo heridos o fallecidos en el fuego, ni cómo se desató.
Dujarric dijo que parte de los 267 miembros internacionales de la ONU cuya presencia no es requerida en Haití están siendo transferidos a la vecina República Dominicana para que trabajen a distancia, dada “la inestable situación de seguridad”. Agregó que otro personal de Naciones Unidas necesario para lidiar con la actual crisis humanitaria se trasladará a Haití.
La misión política de la ONU anunció que se establecería un puente aéreo entre Haití y República Dominicana, incluso para introducir al país algunos suministros y personal, pero Dujarric dijo que aún no está activo.
Cuando los ataques comenzaron, el primer ministro Henry estaba en Kenia tratando de afianzar el despliegue de una fuerza policial de ese país de África oriental respaldada por la ONU. Pero el despliegue ha sido suspendido. Mientras tanto, Henry permanece en Puerto Rico, sin poder regresar a su país.
Escuelas, gasolineras y aeropuertos siguen cerrados en Puerto Príncipe y más allá, aunque el transporte público sí ha reanudado su servicio y un creciente número de haitianos ha vuelto a llenar las calles.
Fuente: AP