El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, apeló el viernes la orden del gobierno británico el mes pasado de extraditarlo a Estados Unidos.
La apelación fue presentada ante el Tribunal Superior de Justicia, en el giro más reciente de un caso iniciado hace una década cuando su sitio web publicó documentos confidenciales del gobierno de Estados Unidos. No se dieron a conocer detalles de la apelación.
Los partidarios de Assange, incluida su esposa Stella, se concentraron frente a la Secretaría del Interior para exigir su libertad. Assange está a punto de cumplir 51 años de edad.
Assange pelea desde hace años en las cortes británicas contra su extradición a Estados Unidos, que quiere juzgarlo por espionaje y uso ilegal de una computadora.
Los fiscales dicen que el ciudadano australiano ayudó a la analista de inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning a robar documentos diplomáticos y militares secretos que WikiLeaks difundió posteriormente, poniendo vidas en riesgo.
Sus partidarios lo consideran un periodista que permitió revelar secretos que sacaron a la luz crímenes militares de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
Una corte británica falló en abril que Assange podía ser enviado a que lo juzgaran en Estados Unidos y remitió el caso al gobierno para que tomara la decisión. La secretaria del Interior, Priti Patel, firmó el 17 de junio la orden que autoriza la extradición de Assange.
El gobierno australiano sufre presiones para que intervenga, pero el mes pasado el primer ministro Anthony Albanese se negó a pedir públicamente que Washington desista del caso.
Los partidarios y abogados de Assange dicen que, como periodista, está protegido por la Primera Enmienda de la constitución estadounidense, que garantiza la libertad de expresión. Dicen que el caso obedece a motivos políticos, que Assange enfrenta un trato inhumano y que no tendría un juicio justo en Estados Unidos.
Assange se encuentra en la prisión de alta seguridad Belmarsh desde 2019, cuando lo arrestaron por violar las condiciones de libertad bajo fianza en otro caso. Antes pasó siete años refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, donde estaba acusado de violación.
Suecia desistió de su caso en noviembre de 2019 debido al tiempo trascurrido, pero los jueces británicos lo mantienen preso hasta que se resuelva su extradición.
Fuente: AP