Un nuevo grupo de militares fue retenido el domingo por pobladores de una zona rural del suroeste de Colombia, con lo cual ascienden a 57 los uniformados interceptados en medio de operativos de seguridad, informaron autoridades castrenses, que advirtieron de “graves violaciones” legales.
Los 26 militares, que se suman a los 31 que permanecían retenidos en la mañana, fueron rodeados por 200 comuneros —que habrían sido presionados por la organización armada “Carlos Patiño”— mientras se movilizaban hacia la zona de El Plateado, señaló el Ejército en un comunicado.
El hecho ocurrió la víspera en la población de El Plateado, ubicada en la región del Cañón del Micay, en el departamento del Cauca, un sector considerado estratégico para actividades ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal y que está en permanente disputa entre agrupaciones armadas ilegales.
El presidente Gustavo Petro pidió al campesinado de la zona —muchos de los cuales se dedican al cultivo de hoja de coca— “que deje de creer en actores armados”, y ofreció diálogo para transitar a economías lícitas. Liberar a los soldados “es imperativo”, señaló en su cuenta en la red social X.
En tanto, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, informó que ha pedido la intervención de la Defensoría del Pueblo y la Misión de Paz para Colombia de la OEA con el fin de que intervengan en calidad de mediadores para conseguir la liberación de los militares. El gobierno ofreció una recompensa económica por información para capturar a los cabecillas del bloque Carlos Patiño.
En marzo, 29 miembros del Ejército fueron retenidos durante dos días por pobladores de la misma zona, y en octubre del año pasado ocurrió otro hecho similar con 60 soldados, a pocos días de un operativo que buscó retomar el control de El Plateado.
En la mañana, el general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército, aseguró en declaraciones a la W radio de Colombia que la comunidad actúa “presionada” por miembros de la estructura ilegal “Carlos Patiño”, del Estado Mayor Central, una de las mayores disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a la que responsabilizó del hecho.
Estas estructuras criminales “terminan amenazando a la población civil de muerte, de destierro, para poder retirar a las tropas de territorio para que finalmente no generemos este tipo de controles”, observó Mejía, y señaló que en la zona realizan operaciones de decomiso de droga, destrucción de laboratorios y otras “que les afecta sus finanzas criminales”.
Los militares retenidos se encuentran en buenas condiciones y recibieron alimentación, declaró el jefe del Ejército.
Fuente: Associated Press