El analista en inteligencia y terrorismo, Arturo Grandón, participó en el programa Cada Tarde para analizar la alta seguridad aplicada en operativos como el cónclave cardenalicio. El experto describió tecnologías de espionaje avanzadas, como microdrones letales, cámaras invisibles y métodos de escucha remota capaces de penetrar paredes, alertando también sobre los riesgos cotidianos del espionaje doméstico.
En su opinión, “el mundo de la inteligencia ha superado la imaginación”. Grandón reveló que las tecnologías actuales permiten escuchar conversaciones a distancia, usar drones del tamaño de insectos para vigilar —e incluso atacar—, y camuflar dispositivos de escucha en objetos comunes como bolígrafos o llaveros. “Todo esto que se está viendo es algo que nosotros no podíamos imaginarnos hace un par de años atrás”, afirmó, señalando que tecnologías futuras como 6G y 7G podrían incluso analizar patrones de pensamiento.
Detalló la existencia de micrófonos que captan vibraciones en vidrios para traducirlas en audio, utilizables desde edificios cercanos. “Yo puedo saber lo que se está hablando en el piso 55 de un edificio (…) por la vibración del vidrio”, explicó. Grandón también lanzó una advertencia sobre los dispositivos inteligentes en casa: “Cuidado con los televisores inteligentes en los dormitorios. Están escuchando constantemente, incluso cuando están apagados”.
Finalmente, explicó que en entornos de máxima seguridad, como el Capitolio o el Vaticano, se usan salas aisladas (ESCIF) para impedir el espionaje electrónico. “Todo lo que parecía ciencia ficción ya se está llevando adelante. La imaginación quedó corta”, concluyó.