Tras poco más de cinco meses de investigaciones, la Policía de Miami-Dade arrestó a 17 personas y allanó tres viviendas del suroeste del condado en las que fueron incautadas dos armas de fuego y varios paquetes de presunto polvo de heroína y fentanil, drogas cuyo consumo se ha disparado como una mortal epidemia en Estados Unidos.
Los arrestos y allanamientos forman parte de la operación Dragon Slayer (Cazador de Dragones), montada entre el miércoles y jueves, que convocó a casi medio centenar de detectives de la policía condal y agentes federales de la DEA, el Departamento de Seguridad Interna e inspectores del Servicio Postal.
“Realizamos esta operación de dos días, con numerosos arrestos, ante la epidemia de consumo y muertes por sobredosis que estamos sufriendo en Miami-Dade y en el país”, dijo el jueves el teniente Juan Villalobos, de la Unidad Antinarcóticos de la policía condal. “Nuestros detectives están procesando toda la evidencia incautada”.
Los arrestados fueron identificados por las autoridades como Shaun Harris, de 41 años; Robert Young, de 52 años; Denise Mans, de 36 años; Nancy M. Ortiz, de 53 años; Erasmus Banmah, de 34 años; Catherine Williams, de 53 años; Dori Cisneros, de 30 años; David Brown, de 50 años; y Alberto G. Vinas, de 67 años.
También fueron arrestados: Daniel Moise, de 24 años, William Smith, de 76 años; Omega Dupont, de 45 años; Freddie Pérez, de 58 años; Jimmeal Davis, de 23 años; Darren Furrel, de 49 años; Emmanuel Louis, de 29 años; y Elvis Roundtree, cuya edad no fue precisada por las autoridades.
Los inmuebles allanados con autorización judicial están localizados en West Perrine y en Goulds, al suroeste de Miami-Dade. Las casas fueron allanadas tras investigaciones realizadas desde junio y contó con información clave provista, entre otros, por sobrevivientes de sobredosis de drogas, dijo uno de los agentes que intervino en la operación.
Agentes encubiertos también realizaron compras previas para corroborar que esos lugares eran puntos de venta de drogas, dijo la fuente.
La operación
Poco antes de las 8 de la mañana del jueves, cerca de 50 agentes del Equipo Táctico de Respuesta Especial de la policía condal (SRT por sus siglas en inglés) se concentraron en un punto de la suroeste de Miami-Dade para coordinar la estrategia a seguir en los allanamientos. Se temía que lo sospechosos estuviesen armados.
La primera granada de estruendo lanzada por el equipo de policías estremeció el vecindario de West Perrine, poco después de las 9 a.m., cuando fue allanada la vivienda localizada en el 16730 de la calle 116 del suroeste por agentes fuertemente armados que llegaron en dos tanquetas del equipo SWAT.
Tras garantizar la seguridad del área, detectives antinarcóticos –algunos de ellos encapuchados para que no sean reconocidos ya que habían participado en las previas labores de inteligencia–, iniciaron las pesquisas.
Luego, cerca de la 1:15 p.m., el mismo equipo táctico se concentró más al sur para allanar la vivienda 22210 de la avenida 116 del suroeste. De la misma forma, tras asegurar el área, los agentes tácticos dejaron la vivienda en manos de los detectives antinarcóticos para proceder a las pesquisas. Minutos después, los agentes arremetieron contra una vivienda cercana, situada en 22325 SW 117 Ct, lo cual llamó la atención de numerosos residentes sorprendidos por el fuerte despliegue policial.
Un agente encubierto de la Unidad Antinarcóticos de la policía condal que salió de esta última vivienda mostró varios paquetes de lo que aparenta ser drogas en polvo incautado en ese lugar. Indicó que cada paquete, generalmente una bolsita que contiene un gramo de heroína, fentanil, o ambas mezcladas, cuesta alrededor de $10.
En un área contigua a este último inmueble intervenido por la policía se podían el césped varias bolsas parecidas a las que se utilizan para empaquetar la droga, junto con colillas de cigarros y latas vacías de cerveza.
El teniente Villalobos dijo que para fines de diciembre se estima que las autoridades de Miami-Dade habrán registrado “cerca de 200 muertes por sobredosis de estas drogas en todo el 2016”.
Villalobos explicó que el fentanil puede ser 50 veces más fuerte que la heroína. Y que la droga conocida como carfentanil es 1,000 veces más poderosa, a tal punto que es utilizada como tranquilizante para elefantes.
El teniente agregó que las redes dedicadas a la venta de estas drogas suelen abastecerse utilizando el correo postal, mediante envíos provenientes de China y México, según las pesquisas preliminares.
“La preocupación es que se están mezclando estas drogas muy poderosas y los consumidores caen en cuadros de sobredosis que incluso les causa la muerte”, dijo Villalobos. “Hemos visto que en lo últimos tres años el consumo de estas drogas se ha incrementado preocupantemente en Miami-Dade, se ha convertido en un epidemia en Estados Unidos […] por eso es que estamos realizando este tipo de operaciones”.
Fuente: elNiuevoHerald.com