Una interrogante que pesa sobre las más de 600.000 boletas electorales que faltan por contar en Arizona es si son como los últimos votos que se contaron en 2020, que se decantaron por los republicanos, o si son como las de las elecciones intermedias de 2018, cuando los demócratas se llevaron la mayoría de esos sufragios.
La respuesta determinará quién gana las reñidas contiendas para el Senado y la Cámara de Representantes federales, así como la gubernatura, la secretaría de estado y la fiscalía general. En juego están el control del Congreso federal y las reglas para la elección presidencial de 2024 en un estado sin clara preferencia política.
Las contiendas aún estaban muy cerradas para declarar un ganador, dos días después de la jornada electoral, y falta por contabilizar alrededor del 25% de las papeletas.
Las mentiras impulsadas por el expresidente Donald Trump sobre la elección de 2020 han cambiado los patrones de votación en todo el país y de forma especial en Arizona, que ha tenido un papel protagónico en las teorías conspirativas que insinúan que el resultado fue amañado. Eso hace que sea todavía más difícil para las organizaciones noticiosas declarar a un ganador porque las tendencias históricas son menos sólidas.
Después de tomar grandes ventajas al cierre de las casillas, cuando se reportaron inicialmente sólo los votos por correo que llegaron temprano, los demócratas vieron como sus márgenes disminuían a medida que se contabilizaban más votos para los republicanos.
Las ventajas demócratas mejoraron la tarde del jueves en las contiendas para el Senado, la gubernatura, la secretaría de estado y la fiscalía estatal después de que el condado Pima, que incluye a una ciudad de Tucson inclinada a la izquierda, dio a conocer nuevos resultados.
Más tarde el jueves se esperan nuevos resultados del condado de Maricopa, que incluye al área metropolitana de Phoenix y a más del 60% de los votantes del estado.
Podrían pasar varios días antes de que haya un claro ganador en algunas de las contiendas más reñidas, como sucedió en los comicios de 2018 y 2020.
Los prolongados conteos de votos han sido durante años una característica de las elecciones en Arizona, donde la gran mayoría de las personas vota por correo y muchas esperan hasta el último minuto para enviar sus boletas. Pero a medida que Arizona ha pasado de un bastión republicano a convertirse en un estado disputado, las demoras se han convertido cada vez más en fuente de ansiedad nacional para los integrantes de ambos partidos.
El procesamiento de votos por correo toma tiempo debido a que los funcionarios deben verificar que los votantes no hayan sufragado de forma presencial y que las firmas en los sobres encajen con las que se tienen en archivo. Funcionarios del condado de Maricopa señalaron que recibieron un número récord de votos por correo enviados el día de las elecciones.
Como los republicanos aún se mantienen en la pelea, sigue sin quedar claro si Arizona se sumará a las actuaciones demócratas que superaron las expectativas en buena parte del país.
Los republicanos estaban impacientes por conocer los resultados, creyendo que las papeletas restantes los favorecen.
El Partido Republicano nominó a candidatos que obtuvieron el respaldo de Trump después de afirmar falsamente que su derrota ante el presidente Joe Biden fue amañada. Kari Lake, la candidata republicana a la gubernatura que se encuentra detrás de la demócrata Katie Hobbs, declaró la mañana del jueves que los funcionarios del condado de Maricopa están “retrasando” la difusión de los resultados para hacer parecer que los demócratas están teniendo un mejor resultado del que tienen en realidad.
“Vamos a ganar esto y no hay una maldita cosa que puedan hacer al respecto, pero están tratando de echar agua fría a este movimiento”, manifestó Lake al presentador de radio conservador Charlie Kirk. “Este movimiento va que arde, y ninguna cantidad de agua va a apagar esas llamas. Nosotros, el pueblo, estamos recuperando nuestro gobierno”.
Los funcionarios del condado de Maricopa dijeron que el proceso de este año no fue diferente al de años anteriores.
“Así es como funcionan las cosas en Arizona y como se han hecho durante décadas”, indicó Bill Gates, el presidente republicano de la junta de supervisores del condado. Dijo que el personal está trabajando de 14 a 18 horas al día y continuará durante el fin de semana.
“Estamos haciendo lo que podemos y seguimos manteniendo la precisión”, manifestó Gates.
Fuente: AP