El juicio que buscaba determinar responsabilidades penales en la muerte del ícono del fútbol Diego Armando Maradona fue anulado este jueves por un tribunal argentino, en un giro inesperado provocado por la participación no autorizada de una de las juezas en un documental sobre el propio proceso judicial. La decisión implica que el juicio, que había comenzado en marzo y ya contaba con decenas de testimonios, deberá iniciarse desde cero con un nuevo panel de magistrados.
Siete profesionales de la salud enfrentaban cargos por homicidio involuntario, tras la conclusión de un panel de expertos de que la muerte de Maradona en noviembre de 2020, a los 60 años por una insuficiencia cardíaca, era prevenible y que el equipo médico que lo atendía durante su internación domiciliaria actuó de manera «inapropiada, deficiente e imprudente».
El escándalo que derivó en la nulidad estalló a principios de esta semana cuando la jueza Julieta Makintach fue apartada del caso. El fiscal presentó como prueba un tráiler del documental titulado «Justicia divina» –en alusión al apodo «D10S» de Maradona– que mostraba a la magistrada en el tribunal e imágenes del caso. Se reveló además que la producción, descrita por algunos medios como un «reality show», constaría de seis episodios e incluía filmaciones de audiencias a puerta cerrada, lo que generó acusaciones de violación de la ética judicial. Makintach aceptó ser apartada y posteriormente fue suspendida por 90 días.
Al anunciar la anulación total del juicio, el juez que presidía la causa, Maximiliano Savarino, declaró: «La jueza Makintach no actuó con imparcialidad. Su conducta causó daño tanto a los demandantes como a la defensa. La única responsable es la jueza recusada». Calificó la decisión de «desagradable» pero necesaria, ya que continuar el juicio podría haber comprometido cualquier sentencia futura.
Esta resolución borra todo lo actuado desde el 11 de marzo, incluyendo las declaraciones de casi medio centenar de testigos, entre ellos las hijas del astro, Dalma y Gianinna Maradona, quienes rompieron en llanto en el tribunal al conocer la noticia, según reportó CBS News, citando a AP.
Ahora, un tribunal superior deberá seleccionar por sorteo a tres nuevos jueces «dentro de un plazo razonable», lo que retrasa indefinidamente la búsqueda de justicia en un caso que ha capturado la atención mundial. Los acusados, que incluyen al neurocirujano y médico personal de Maradona, Leopoldo Luque, una psiquiatra, un psicólogo y personal de enfermería, niegan los cargos y sostienen que Maradona era un paciente difícil que no se dejaba tratar adecuadamente. Una octava acusada, la enfermera Diana Madrid, enfrentará un juicio separado por jurado.
Diego Maradona falleció mientras se recuperaba de una cirugía por un coágulo cerebral en una casa alquilada en las afueras de Buenos Aires, en medio de la cuarentena por la pandemia de coronavirus.