“Nunca, ni en nuestras pesadillas más absolutas concebimos una masacre como la que tuvimos el 7 de octubre (…) Tenemos tantos cuerpos aquí que, todavía no hemos podido terminar de identificar. La gente va de cementerio a cementerio. Este es un país pequeño, y no ha habido una familia que no haya sido afectada por esta tragedia tan grande”, cuenta Anita Friedman, presidenta mundial de WISO, desde Israel, una organización que ayuda a civiles en Israel.
“La manera como mataron a la gente, decapitaron a bebés; ataron manos de padres e hijos y los mataron los unos a los otros… unas atrocidades que no se habían visto desde la Segunda Guerra Mundial contra los judíos. Es una época muy difícil”, cuenta la presidenta de WISO.
En este momento están respondiendo a las necesidades primarias en Israel, “estamos brindando servicios a todos los civiles en Israel, hombres, mujeres, niños, ancianos, drusos, cristianos, musulmanes, judíos”, cuenta Anita.
Hoy en día, WIZO continúa identificando las necesidades de afectados en Israel por la guerra.